Los vehículos eléctricos son más eficientes, menos contaminantes y tienen un menor costo de mantenimiento que sus similares tradicionales. Aunque su presencia en el Perú todavía es incipiente, un importante paso previo a la masificación de estos automóviles es la importación de los vehículos híbridos - con batería y motor de combustión-, que se duplicaría en el 2019, de acuerdo con las estimaciones de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Si bien la importación de vehículos híbridos todavía es reducida, en los últimos años se evidencia un crecimiento exponencial de las mismas. Así, se importaron 11 en el 2016, 96 en el 2017 y al año siguiente 175 vehículos. Al cierre de junio del presente año, se han importado 177, por lo cual Ellioth Tarazona, Gerente Técnico Normativo de la AAP, prevé que al cierre del 2019 las compras de estos autos podrían duplicar las del 2018.
“Este año podría duplicarse la cifra del año pasado, que es más o menos el ratio que se está estimando: cada año se irá duplicando la cantidad de vehículos importados, en relación con el año anterior”, comentó Tarazona a Gestion.pe.
En el citado periodo, la importación de automóviles eléctricos también se incrementó, pero en menor medida. En el 2016 sumaron tres los vehículos eléctricos importados, al igual que en el 2017, en el 2018 ascendieron a 10 y hasta la mitad del 2019, a siete.
El mayor incremento en la compra de los vehículos híbridos se debe a que permiten al usuario gozar de varias de las ventajas de un vehículo eléctrico sin que le resulte indispensable el uso electrolineras (estaciones de carga), a diferencia de lo que ocurre con los vehículos eléctricos.
Los vehículos híbridos tienen un motor de combustión y un motor eléctrico. Existen dos versiones: un híbrido no enchufable, cuyo motor de combustión representa la fuente principal de energía, recarga el motor eléctrico y también las baterías que usa el motor eléctrico. En cambio, cuando se trata de un híbrido enchufable, el motor principal es el eléctrico, que se enchufa, y el motor de combustión sirve básicamente de apoyo.
“Lo primero que van a hacer nuestras marcas y nuestros asociados es entrar por el híbrido, porque no requiere una electrolinera. Ambos vehículos cumplen la función de aportar a una mejora del parque en una etapa intermedia, hasta la introducción total de los vehículos eléctricos. Por eso (la importación de autos híbridos) está creciendo más”, explicó el gerente Técnico Normativo de la AAP.
¿Qué hace falta para la masificación de automóviles eléctricos?
El primer obstáculo para la adquisición de estos vehículos es su precio, puesto que puede haber una diferencia de entre US$ 6,000 y US$ 8,000 entre un vehículo eléctrico y su similar convencional, debido a que el 45% del precio del vehículo corresponde solo al valor de la batería. No obstante, el precio de las baterías viene bajando y, según Tarazona, entre el 2024 y el 2025 los precios de un eléctrico van a ser muy cercanos a los de un vehículo tradicional. “A partir de allí empezará la revolución del auto eléctrico en el mundo y nosotros vamos a estar alineados con esa revolución”, comentó.
Sin embargo, será necesaria la instalación de electrolineras en el país, porque de otro modo los usuarios no se decidirán a invertir en vehículos que no podrán abastecer de energía. Por su parte, las empresas no se decidirán a implementar electrolineras mientras no exista la demanda suficiente.
“Es el típico dilema del huevo y la gallina. En el caso de los vehículos a gas natural, el Estado tuvo que tomar una decisión política, en conjunto con la empresa privada, que fue la de hacer uno o dos gasocentros, sin clientes, pero que ya estén allí listos. Y una vez que se tome la decisión, va a tener que seceder algo muy similar con los vehículos eléctricos. El Estado va a tener que tomar una política de promoción para fomentar la instalación de las primeras electrolineras”, sostuvo Tarazona.