Las citas en línea pueden estar llenas de problemas humanos, desde ghosting, o efecto fantasma, y acoso hasta charlas que no conducen a citas. La inteligencia artificial puede resolver esos problemas o, al menos, varias startups nuevas dicen que pueden hacerlo.
Una nueva cosecha de aplicaciones de citas, que se jactan de estar basadas en inteligencia artificial, intenta hacer más fácil el proceso de encontrar la pareja adecuada al permitir que un bot asuma el trabajo de iniciar una conversación trivial o elija a alguien lo suficientemente atractivo. Una aplicación simplemente permite que las personas “tengan citas” con la IA. La tecnología es un poco más extravagante que aplicaciones actuales como Hinge, Tinder o Bumble, que han usado algoritmos durante años para brindar resultados a los usuarios.
Las nuevas aplicaciones compiten por una participación del mercado de aplicaciones de citas, que se estima en US$4.940 millones a nivel mundial, según Business of Apps. A continuación, se presentan algunas de las nuevas plataformas de citas basadas en IA.
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Teaser AI
La parte más difícil de las citas es “romper el hielo”, según Daniel Liss, emprendedor digital entre cuyas iniciativas anteriores se cuenta el sitio para compartir fotos Dispo. Liss lanzó Teaser AI en junio como una aplicación que conduce a “menos ghosting y más coincidencias”.
En Teaser AI, nadie será ignorado. Conseguirán, como mínimo, que un bot les responda.
Los usuarios de la aplicación entrenan al bot para que converse como ellos, con una breve charla para compartir sus patrones comunes de conversación. Luego, los bots interactúan con potenciales citas, o sus bots. Si todo va bien, el bot conecta al creador humano, quien luego puede decidir si concreta una cita personal.
Al saltarse la parte donde deben “romper el hielo”, Liss dice que los usuarios pueden llegar a conversaciones más profundas más rápido.
Liss dice que las conversaciones con el chatbot sirven para romper el hielo y brindan detalles básicos, como si un usuario tiene un perro. Después de ser entrenados, los chatbots creados por los usuarios son “bastante parecidos a algo que suena como uno”, dijo, pero no hay forma de garantizar su precisión.
IA teaser- Iris
Iris Dating permite a los usuarios entrenar una IA para que seleccione coincidencias que, predice, ellos encontrarán atractivas —en el sentido biológico más básico— al calificar una biblioteca de imágenes faciales.
“Todo gira en torno al rostro”, dijo el director ejecutivo, Igor Khalatian. La IA procesa las preferencias de los usuarios por detalles como la distancia entre los ojos, porque, incluso con un cambio milimétrico de posición, “la magia desaparece”, señaló.
Khalatian enfatizó que la aplicación, que tiene más de 1 millón de usuarios, ha tenido cierto éxito, incluida una pareja en Florida que ahora está casada y espera su primer hijo.
Iris Dating- Blush
En Blush AI, una aplicación creada por la empresa matriz del fabricante de chatbots de IA Replika, todo gira en torno a la práctica y se ofrece como un “simulador de citas basado en IA”, donde los usuarios construyen relaciones con un chatbot. La aplicación tiene como objetivo crear conexiones emocionales para “ayudar a las personas a sentirse mejor” y desarrollar su confianza, dijo Eugenia Kuyda, fundadora de Replika y Blush.
Blush AI- Breakup Buddy
Si alguna de estas coincidencias falla, hay una aplicación basada en IA para los problemas emocionales. La aplicación, fundada por Oliver Mathias después de sobrellevar una difícil ruptura, ofrece un chatbot de IA para apoyo emocional.
Esta aplicación utiliza el modelo base de GPT 3.5, de Open AI, que puede servir como un curso de autoayuda y volverse un amigo que ayuda a los usuarios a guiar sus sentimientos para alejarlos de pensamientos dañinos, según Mathias. Dijo que incluso ha visto a usuarios decir en Reddit que “Breakup Buddy es mejor que mi terapeuta”.
Breakup Buddy- úselas con precaución
Pese a que una IA puede arrojar respuestas en el tono de un humano, no hay una mente ni un sentimiento detrás, dijo Judith Donath, miembro del Centro Berkman Klein de Harvard. Esto puede hacer que la relación con los bots sea inherentemente engañosa y, hasta cierto punto, dañina.
Que las personas se vuelvan dependientes de la función de una aplicación sería una “señal de éxito” corporativo, pero contribuiría a “debilitar los lazos entre las personas y nuestras necesidades de relación”, dijo Donath.
Los datos utilizados para entrenar los sistemas de IA podrían reflejar prejuicios humanos, y los chatbots podrían asumir opiniones problemáticas para los usuarios que dicen representar, advirtieron expertos en ética.
El éxito de estas aplicaciones de citas también depende de la vulnerabilidad emocional de los usuarios, dijo David Evan Harris, profesor de ética de IA de Haas School of Business de UC Berkeley. Si los usuarios se vuelven emocionalmente dependientes de una IA que luego tiene un cambio de algoritmo, estas aplicaciones podrían inadvertidamente causar angustia, explicó.
Las preocupaciones de que la gente esté sufriendo una epidemia de soledad son legítimas, dijo Donath. Pero las aplicaciones son “probablemente más un problema que una solución”
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