Una empresa de juguetes japonesa ha creado una muñeca con inteligencia artificial (IA) para conversar, mantener activas y aliviar la sensación de aislamiento de las personas de la tercera edad tras el estallido de la pandemia de COVID-19.
Bautizada como Ami-chan, la muñera ha sido desarrollada por la empresa Takara Tomy y cuenta con un chip de reconocimiento facial o de colores y una inteligencia artificial que le ayuda a desarrollar una personalidad y variar sus reacciones y conversaciones en función de la frecuencia de atención y el contacto con ella.
La muñeca, cuya apariencia ha sido diseñada para simular la de una nieta pequeña y su voz es la de una niña, no robótica, cuenta con funciones de calendario para mantener conversaciones relacionadas con las distintas estaciones y épocas del año o los cumpleaños.
El centro neurálgico de Ami-chan se encuentra en el broche de su pecho, donde se ha instalado el chip y la IA. Su tamaño, de 30 centímetros, facilita su sujeción.
La empresa presentó el miércoles su nuevo robot, nacido en el actual contexto de la pandemia y tras apreciar un aumento de la demanda de productos de comunicación entre las personas mayores, según explicaron en un comunicado.
También ha sido preparada para cantar o recitar trabalenguas, actividades que se han demostrado que estimulan determinadas zonas del cerebro y contribuyen a mantenerlo activo para prevenir el deterioro asociado con el avance de la edad, o proponer comidas saludables.
Ami-chan se lanzará en principio en Japón el 27 de agosto y la empresa espera vender unas 50,000 unidades al año.
La firma de juguetes cuenta con una línea de productos comunicativos similares, conocida como Omnibot, a la que se suma Ami-chan. En torno al 40% de sus compradores tiene más de 65 años.
Japón tiene una de las sociedades más envejecidas del mundo. En el país viven casi 36 millones de personas que superan dicha edad y unos 6 millones viven solas, según datos gubernamentales.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en esta comunidad, que ha visto reducidas sus oportunidades de comunicarse con familiares o amigos debido a las medidas de distanciamientos social, que han acentuado su aislamiento.