¿Y que le dirías a alguien que busca liderar una transformación? Convencer antes que vencer. Sí, le diría eso. Convencer antes que vencer.
Cambiar. Alterar. Variar. Modificar. Mutar. Trocar. muchas palabras que se refieren a transformar te hacen sentir que las cosas van a dejar de ser como han sido hasta ahora. Eso incomoda. Por eso es tan difícil liderar una transformación.
La vida es un continuo cambio. Recordemos a Heráclito que explicaba que no era posible bañarse dos veces en el mismo río porque el movimiento de las aguas hacia que el río ya no fuera el mismo. Incluso Crátilo decía que ni siquiera una vez, ya que en una realidad en continuo movimiento no existe una realidad llamada río.
Esta visión de Crátilo te lleva a pensar que no hay nada permanente.
Yo crecí en Arequipa a cuatro calles del río Chili. Para mi siempre ha sido el mismo río. Acepto que no es la misma agua…, pero el cauce, el paisaje, el sonido del agua correr, los campos alrededor, el aroma…, todo hace que en esencia sea el mismo río.
Hay dos tipos de transformaciones: las transformaciones de forma y las transformaciones de fondo. Que el agua de hace 10 minutos no es la misma agua que la de ahora en el río, es de forma. El río sigue estando ahí. Esa transformación prácticamente no tiene rechazo. Ahora bien, vamos a cambiar el cauce del río y moverlo para que ya no pase por su cauce de origen, sino a 5 kms de distancia. Esa es una transformación de fondo. Tiene impactos. Y por lo tanto tendremos oposición.
Al liderar una transformación es imperativo que primero identifiquemos si es de forma o de fondo y que seamos conscientes de los impactos que genera hacia otras personas. Cómo impacta a los clientes, a los colaboradores, a los proveedores, a los accionistas, a los ciudadanos, al gobierno. No se puede liderar una transformación sin primero construir el mapa de impactos.
Luego de tener el mapa de impactos, es necesario medir los impactos positivos y los impactos negativos a cada uno de los grupos de interés y asegurarnos que lo positivo sea mayor que lo negativo en cada grupo individual. Para ello podremos usar mitigantes que conviertan los impactos negativos en positivos. Con la seguridad de que los impactos son neto positivo para todos los grupos implicados, pasamos a la tercera y última fase previa a iniciar la transformación, que es reunirnos con cada grupo y explicarla.
Si no seguimos estos pasos generamos conflicto. El conflicto es el principal enemigo de la transformación. Si tienes que liderar una transformación, tu estrategia exitosa debe ser convencer antes que vencer.