El laboratorio Pfizer, con el que se tiene un acuerdo vinculante, quedó en entregar un millón de dosis de la vacuna contra el COVID-19 cada mes, a partir de enero, hasta completar cinco millones de vacunas, informó el viceministro de Salud Pública, Luis Suárez Ognio.
Si bien hay un margen de incertidumbre respecto a las vacunas contra el nuevo coronavirus, sí es posible que una cantidad de los antídotos llegue al Perú en el primer trimestre del próximo año, aseveró a través de un comunicado.
Sobre el acuerdo con Pfizer, el pasado 27 de septiembre, el ministro de Relaciones Exteriores, Mario López Chávarri, informó que el pago para adquirir la vacuna contra el coronavirus elaborado por este laboratorio está previsto para fines de octubre.
“En Pfizer está establecido para fines de octubre. Todo es parte de negociación, al principio encontrábamos pagos altos y luego en el camino hemos venido negociando precios, montos y también la oportunidad de entrega. Todo forma parte de una negociación”, enfatizó.
Tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como el canciller remarcan que la adquisición de las vacunas de Covax Facility y Pfizer son las dos primeras compras aseguradas para nuestro país. En total, suman alrededor de 11 millones de dosis para vacunar contra el COVID-19.
Reinfecciones están en estudio
De otro lado, Suárez señaló que los casos reportados como posibles reinfecciones del COVID-19 en el mundo todavía están en estudio, pero afirmó que estos no constituyen un problema de salud pública, porque no significa que toda la población se va a volver a contagiar.
“Hay personas que tienen problemas en la producción de anticuerpos por razones genéticas, es decir, su organismo no se defiende bien. Podría ser un problema de la persona más que una característica del virus”, comentó.
Suárez remarcó que la inmunología de esta enfermedad recién se empieza a conocer y todavía hay mucho por investigar. Sobre el uso de las pruebas molecular y serológica, Suárez reiteró que estas se aplican dependiendo del momento de desarrollo de la enfermedad.
La primera –que detecta el virus– se usa cuando la persona está en los primeros siete días desde el inicio de los síntomas, y la segunda –que detecta los anticuerpos– cuando el paciente está en la segunda semana.
“Si se usa la prueba rápida en los primeros días, va a salir negativa, porque los anticuerpos todavía no se forman. Y si un paciente llega con más de una semana desde el inicio de los síntomas y se le aplica la prueba molecular, también va a salir negativa, porque el virus ya no está en la zona nasofaríngea”, explicó.