La ambliopía, coloquialmente conocida como ‘ojo vago’ o ‘perezoso’, es un trastorno ocular que genera la disminución de capacidad visual en uno o los dos ojos.
Sin embargo, esta patología que causa gran alarma entre los padres de familia puede revertirse con un adecuado tratamiento, indica Fabiola Quezada, médico oftalmóloga pediatra de Oftalmosalud.
“En la actualidad tenemos varias opciones de tratamiento para fortalecer el ojo perezoso, pero todo parte de tratar la causa de la ambliopía y luego continuar con una correcta rehabilitación visual. El tratamiento puede darse mediante anteojos, parchado ocular del mejor ojo u otras estrategias para enseñar al ojo vago a ver de manera óptima”, indicó.
Remarcó la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz realizado por un oftalmólogo entrenado.
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Riesgos de la ambliopía
La ambliopía en los niños produce gran discapacidad no solamente visual, involucra también el neurodesarrollo de menor. La visión es un proceso de aprendizaje que se inicia al momento del nacimiento y que concluye casi por completo al finalizar casi los ocho años de edad aproximadamente.
La doctora Quezada señaló que para este proceso sea satisfactorio necesitamos que toda la vía visual que se inicia en los ojos y concluye en la corteza occipital del cerebro sea normal tanto anatómica como funcionalmente.
Por lo tanto, la idea de que la ambliopía solo afecta a los ojos no es del todo cierto, ya que la visión está dada en realidad por una función nerviosa que involucra el sistema nervioso central, agregó.
Adicionalmente, la visión como tal se relaciona también con funciones tales como el lenguaje, las funciones motoras gruesas y fina, función de integración auditiva, adaptativas al entorno y de conducta. Es importante recordar que el 80% de la percepción de la realidad que nos rodea está dada por la visión; de ahí su gran importancia.
Tratamiento de la ambliopía
La terapia de parchado, con o sin lentes correctores. Y este debe seguir un esquema según dado por el especialista con un seguimiento continuo hasta concluir el tratamiento en forma estable y duradera.
Es de suma importancia que este tratamiento se debe iniciar lo más precozmente, tratando la causa que la ha condicionado, mejorando así la formación de una imagen clara por esa vía visual y luego acompañada de la rehabilitación visual para asegurar el aprendizaje visual, el cual concluye en su mayoría alrededor de los ocho años, ya que es el periodo de plasticidad cerebral en el cual lo aprendido permanecerá a lo largo de toda su vida, siendo más difícil y a veces imposible luego de este periodo.
“Existen también otros tratamientos como la penalización con uso de gotas que tiene sus indicaciones específicas, el uso de fármacos que igualmente tiene sus limitaciones y ahora también contamos con algunos programas interactivos que apoyados en los anteriores y en el parchado nos puede asegurar el éxito del tratamiento”, concluyó la especialista.