Una ordenanza emitida por el Gobierno Regional de Junín dispone el inicio de la vacunación contra el COVID-19 para adolescentes entre 12 y 17 años. Según el director regional de Salud, Danny Esteban Quispe, se tomó la decisión para beneficiar a 155 mil menores y que la inmunización empezará con los de 16 y 17 años.
¿Es oportuno que esta región empiece a vacunar a menores de edad? En la víspera la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que la inmunización de adolescentes y niños “no es prioritaria”, pues no forma parte de la población considerada más vulnerable, como sí lo son los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, que podrían fallecer a consecuencia del coronavirus, y por lo tanto deben ser inoculados en primer lugar.
Para justificar la decisión del gobierno regional, Esteban Quispe sostuvo que “lamentablemente se observa que los países que vienen pasando por una tercera ola, se han visto afectados en su población joven de 12 a 17 años, por lo que se insta a los padres a llevar a vacunar a sus hijos con una vacuna que los protegerá y esta validada a nivel internacional”, en alusión a la vacuna del laboratorio Pfizer.
Anotó que la región cuenta con la capacidad instalada, recursos humanos, insumos y biológicos necesarios para atender a este nuevo grupo poblacional junto a los mayores de 18 años. El medio informó que la vacunación se iniciará tras la publicación de la respectiva ordenanza en el diario oficial ‘El Peruano’.
No solo la OPS, el Ministerio de Salud también señaló semanas atrás que las direcciones regionales de salud no estaban autorizadas para vacunar a menores de edad, como anunciaron en su momento Tumbes, Tacna, Puno y Cusco. La primera suspendió la medida tras vacunar a un grupo reducido, la segunda no detuvo su proceso, mientras que Puno y Cusco tuvieron que desistir sin iniciar el proceso.
El Minsa aseveró entonces que primero se debía cerrar las brechas en la inmunización de la población adulta. Actualmente el sector ha estimado que la inoculación de adolescentes debe iniciar en noviembre próximo, según la disponibilidad de vacunas.
-Brechas por cerrar-
Tras el anuncio del Gobierno Regional de Junín, cabe anotar que sus autoridades sanitarias todavía no ha completado la vacunación, por ejemplo, en grupos etarios de 50, 60, 70 y 80 años, considerados más vulnerables. Así, según el reporte del Ministerio de Salud, actualizado al 14 de octubre, la cobertura de vacunación con ambas dosis es del 78,1% en la población a partir de los 50 años de edad, es decir, hay todavía una brecha de 21.9% por cerrar.
Si bien en provincias como Yauli, Jauja, Tarma, Huancayo y Chupaca la cobertura con vacunación completa -para los grupos etarios mencionados- supera el 81%, en otras como Chanchamayo y Satipo la protección disminuye a 69% y 51.8%, respectivamente.
Incluso, en algunos distritos convulsionados como Vizcatán del Ene y Río Tambo, la cobertura de inmunización en adultos mayores de 50 años es de apenas 16.6% y 20.7%, respectivamente. Allí no se ha notado un esfuerzo mayor de las autoridades sanitarias de Junín para avanzar en la vacunación, que está bastante rezagada.
En Vizcatán del Ene la situación es preocupante porque acaba de fallecer un bebé de apenas siete meses por contagio de COVID-19. En total, según el Minsa, la cobertura de vacunación en la región es de 51.5%.
En el caso de los grupos etarios de 30 y 40 años, la cobertura con ambas dosis es de 61%, es decir la brecha sube a 39%.
-99 casos de variante Delta-
El viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, informó que un equipo del Minsa se trasladará esta semana a Junín para acompañar los esfuerzos médicos de esta región, ante el incremento de contagios de la variante Delta del COVID-19, de 90 a 99 hasta el 8 de octubre.
De estos 99, 13 recibieron la primera dosis y solo 9 tenían su vacuna completa con ambas dosis. Esta variante está afectando mayoritariamente a la población comprendida entre los 11 y 50 años de edad de esta jurisdicción.
Junín es la segunda región después de Lima (480) que presenta más casos con esta cepa, considerada de preocupación debido a la rapidez de su transmisión. A nivel nacional hay un total de 1.189, por lo que sigue siendo la variante predominante en el país.
Las muestras para detectar esta variante son enviadas al Instituto Nacional de Salud, en Lima, pero lamentablemente las notificaciones con los casos identificados tardan varias semanas en llegar a las autoridades sanitarias de la región, según pudo conocer este Diario. Esta demora dificulta la toma de acciones como realizar pruebas de descarte de COVID-19 a los contactos de los infectados y asegurar su vacunación.
Entre las razones del alto número de contagios con la cepa Delta en Junín podrían estar el hecho de que la población no respeta los aforos en los lugares públicos y tampoco se cumple el horario de inmovilización social, según pudo conocer este Diario.
Un tercer factor sería su cercanía con Lima, la región con más casos de variante Delta.