Presidente del Comité de la Pequeña Industria (COPEI) de la SNI
Las empresas industriales son el principal agente dinamizador de la economía y, de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, existe una relación directa entre la actividad industrial y el Índice de Desarrollo Humano (IDH), reflejado en procesos de diversificación y un aumento de la productividad e ingresos.
De acuerdo a cifras de la Sunat al 2019, en el Perú hay más de 197 mil empresas formales de manufactura, sector que genera en promedio 1.5 millones de empleos directos, lo que la convierte en la actividad económica de mayor aporte al PBI Nacional (13%) y en uno los sectores de mayor dinamismo en el crédito empresarial, concentrando el 20.1% del crédito corporativo.
Entre el 2012 y 2019, la manufactura fue la actividad de mayor contribución a la recaudación tributaria, con S/15,841 millones en aportes solo en el 2019. Por ello, es fundamental apoyar a este sector para el desarrollo económico, considerando especialmente que el 99.1% de las empresas manufactureras son micro y pequeñas empresas.
Todo ello, hace necesario el apoyo del Gobierno a la Investigación y Desarrollo (I+D) dentro del sector; el cual se puede materializar a través de fondos y programas ejecutados por los organismos estatales y que debería estar focalizado sobre todo en la micro y pequeña industria de sectores diversos: metalmecánico, confecciones, electrónica, alimentos, entre otros; además se hace indispensable realizar las convocatorias teniendo en cuenta la realidad y las formas de acompañamiento.
En ese sentido, se podría trabajar de la mano con los conglomerados empresariales de metalmecánica de Las Malvinas, sector electrónico de Paruro, los confeccionistas de Gamarra y la industria de calzado de El Porvenir (Trujillo), entre otros.
Actualmente, el apoyo a la I+D se encuentra por debajo del 0.2% del PBI. Estos fondos se suelen canalizar a través de institutos de investigación y universidades, propuestas que en su mayoría tienen un porcentaje mínimo de llegada y aplicación al mercado real; mientras que por otro lado, existen importantes estudios e innovaciones ejecutadas por las empresas de manufactura que sí logran alcanzar un alto nivel de participación y utilidad en el mercado, promoviendo que el sector empresarial se torne más competitivo, rentable y eficaz.
Por tanto, es indispensable que dentro de las convocatorias de investigación y desarrollo se pueda impulsar la participación de los sectores empresariales, principalmente la micro y pequeña empresa. Los mecanismos de selección deberían ser más inclusivos, pensando también en la participación del tejido empresarial y no solo enfocado en un lado netamente académico.
Hoy más que nunca, es importante que el Estado peruano apueste por el desarrollo de investigación para el sector de la micro y pequeña industria, de tal manera que se promueva una mayor competitividad e innovación en el mercado peruano. El reto es rescatar a nuestra industria, pujante y creativa en un contexto que nos ha golpeado a todos.