Economista
El Gobierno, en medio de la crisis política, económica, social y la pandemia, sigue inalterable, avanzando en su programa político. Inclusive está acelerando el paso, evidenciando que para el Gobierno de Castillo el sector privado no existe. Dos ejemplos claros de ello: el ministro de Trabajo, de conocidas vinculaciones con Sendero Luminoso, elaboró su Agenda 19 (programa de reformas laborales) solo con representantes de los principales sindicatos, y publicó la Agenda sin siquiera haber conversado con los empleadores, con el sector privado. El segundo caso es el del ministro de Transportes, quien afirmó que ya ha tenido reuniones presenciales con representantes de gremios de transportistas, incluso con los colectiveros, mientras que AFIN, el gremio de los concesionarios, aún no ha tenido ninguna reunión con dicho ministerio.
Mientras tanto, el titular de la PCM, Guido Bellido, recibe a César Tito Rojas, uno de los fundadores del Movadef (brazo político de Sendero Luminoso) y del Conare. Pero el asunto de Tito Rojas es más preocupante, ya que quien realmente tiene cercanía con este personaje es el presidente Castillo, relación que viene desde que era dirigente de la prolongada huelga magisterial del 2017. Por otro lado, están las manifestaciones de la vicepresidente Dina Boluarte y el ministro de Justicia sobre los medios. Es así como el ministro Aníbal Torres ha acusado a la prensa de estar en contra de Pedro Castillo vía “imputaciones falsas”, y también afirma que ahora “los perdedores no lo van a dejar gobernar y para eso cuentan con la prensa”. Por su parte, Dina Boluarte pretende marcarles la agenda a los medios, demandando “preguntas más proactivas. La prensa sigue dando vueltas con las mismas preguntas, que no hacen bien a la sociedad”.
Un tema sobre el que hay que tener cuidado es en no caer en la estrategia que pinta a Cerrón como el policía malo y a Castillo como el policía bueno. El profesor es tan o más radical que Cerrón, pero no lo demuestra. El que tiene la vinculación con Sendero Luminoso (maoísta) es Castillo y algunos de los ministros y dirigentes del Fenate y del Conare. Mientras que Cerrón y los de Perú Libre, más ortodoxos, son rivales del maoísmo.
Como si los anteriores problemas fueran poco, la situación económica se complica: la inflación ha aumentado un punto porcentual en julio, y otro tanto en agosto, ubicándose en 5% anual. Por lo que el BCR volvió a aumentar la tasa de referencia, de 0.5% a 1%, y seguirá aumentándola, aunque se desconoce a qué ritmo lo efectuará, para controlar las expectativas inflacionarias. Es que la depreciación del sol ya llega al 13% en lo que va del año, originada por la incertidumbre existente y la inestabilidad política. Aunque también ha contribuido, pero en menor medida, el aumento de los precios internacionales. Sin embargo, el Gobierno sigue sin romper claramente con los “cerronistas”, que continúan insistiendo en sus alternativas radicales y en el combo desestabilizador referéndum-Asamblea Constituyente-nueva Constitución. Para lo cual la bancada de Perú Libre acaba de presentar un proyecto de ley al respecto, a pesar de que saben que es un factor desestabilizador y que cuenta con un apoyo menor al 1% (0.6%) en las prioridades de la ciudadanía, según la última encuesta de CPI (del 1 al 3 de setiembre).
Y, por si fuera poco, no aclaran las versiones que señalan que los representantes del Ejecutivo para el directorio del BCR no habrían contado con la aprobación de Julio Velarde, y no permanecería por otro período de 5 años.
Por lo que mientras Castillo no rompa claramente con Cerrón y sus adláteres, y deslinde totalmente con Sendero y los ministros y funcionarios vinculados con dicho grupo terrorista, seguiremos en esta creciente inestabilidad política y económica.