FALTA DE COHERENCIA. Ante el ingreso del ministro de Economía, Óscar Graham, desde estas líneas se señaló que parecía ser la única voz en el Gobierno que reconocía que el crecimiento es el tema más importante y que el objetivo del Gobierno debe ser la reactivación de la economía, para lo cual se necesita el impulso de la inversión, tanto pública como privada. Sin embargo, en ese momento la pregunta era si su postura tendría algún peso al interior del gabinete para convencer a sus pares o sería apenas una voz en solitario.
Bueno, los meses pasaron y la realidad ha evidenciado que más allá de buenas intenciones, el titular del MEF no ha logrado convencer al equipo ministerial ni al mandatario de la importancia de las recomendaciones que salen del jirón Junín. Así, se han ido aprobando leyes a pesar de las observaciones planteadas por el MEF o por el Consejo Fiscal. La más reciente de ellas es la norma que regula el pago por preparación de clases a docentes y que costará al Estado S/ 42,000 millones. Lo mismo ocurrió con la norma dada por el Ministerio de Trabajo para eliminar la tercerización y que tenía un informe en contra del MEF. Es verdad que en el caso del último retiro de aportes de AFP sí logró que se observará la medida, pero dada la difícil situación económica que atraviesa el país se esperaría que el ministro Graham tuviera una mayor influencia al interior del gabinete.
Otra muestra de ello es que si bien durante su presentación en Estados Unidos, el ministro Graham afirmó que la posición del gobierno de Pedro Castillo es mantener una estabilidad macroeconómica y favorecer la inversión privada para asegurar la creación de puestos de trabajo formales, el accionar del Ministerio de Trabajo (en una actitud sostenida por los tres ministros que ha tenido la cartera) dista mucho de favorecer la creación de empleos formales, por el contrario, la falta de compromiso por el diálogo tripartito, los cambios en Sunafil o las medidas que ponen mayores trabas a la formalidad son una constante en dicho ministerio.
La situación que vive el país hace indispensable que el MEF tenga el peso suficiente para defender sus fueros, lamentablemente Graham no ha logrado tener la presencia que todos quisieran, y en esa situación cabe preguntarse si debería seguir insistiendo en predicar en el desierto o si al no ser escuchado debería dar un paso al costado.