Editorial: Las expectativas empresariales han mejorado, no ocurre lo mismo con el entorno político

El PBI de enero creció 1.37% respecto del mismo mes del año pasado, cuando cayó 1.21%, iniciando la recesión que duró todo el 2023 y que se reflejó en la contracción de 0.55% del PBI. En el primer mes del 2024 todavía hubo sectores que continuaron en rojo, como agro y pesca –por el aumento de las temperaturas atmosférica y marítima–, así como finanzas, telecomunicaciones y manufactura, afectadas por el enfriamiento del consumo. En cambio, construcción dejó atrás doce meses consecutivos a la baja y sus tres subsectores crecieron, los vinculados con la inversión privada y la pública, y la edificación de viviendas de “no concreto”.

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Ese salto se reflejó en la expansión de manufacturas no primarias como productos metálicos para uso estructural y muebles. Si el resultado de enero se convierte en tendencia en los próximos meses, habrá que esperar mejoras en rubros como vidrio, pinturas, ladrillos y cemento, entre otros. También hubo un notable incremento de actividades vinculadas al turismo como alojamiento y agencias de viajes. Sin embargo, considerando que la base de comparación es baja, no se puede hablar de una recuperación sino de un rebote estadístico. El informe del INEI precisa que a inicios del año pasado se paralizaron obras privadas y públicas por los conflictos sociales, que también afectaron al turismo, así como a minería e hidrocarburos, sector que también rebotó en enero.

¿Qué esperar para este 2024? El BCR presentó el viernes su Reporte de Inflación (RI), cuya periodicidad es trimestral. Espera que el PBI crezca 3% este año (la misma tasa que el RI de diciembre), pero ha revisado al alza su cálculo de aumento de la inversión privada (de 1.8% a 2.3%) y a la baja el de la inflación (de 2.3% a 2.2%). A pesar de todos los “punches”, la inversión pública solo creció 1.4% el 2023, debido al mal desempeño de los municipios –como siempre ocurre en su primer año de gestión–, y el BCR proyecta un incremento de 4% para este año.

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Al parecer, la entidad se ha ubicado en el tramo optimista de las proyecciones y supuestos. Por ejemplo, indica que el resultado previsto del PBI “se sustentará en la recuperación de la confianza empresarial… y en un entorno de estabilidad sociopolítica y de precios que impulse la inversión privada y el empleo, dinamizando a su vez el consumo”. También menciona la rebaja de las tasas de interés. Si bien las expectativas empresariales han mejorado, no se puede decir lo mismo del entorno político. Es que con este Congreso, que sigue priorizando intereses particulares, nunca se sabe.