El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó este jueves a Rusia de genocidio por la deportación de ciudadanos y los asesinatos masivos de civiles en el Donbás.
En su habitual discurso nocturno, Zelenski dijo que la actual ofensiva rusa en Donbás “puede dejar la región deshabitada. Quieren reducir a cenizas Popasna, Bajmut, Lyman, Lysychansk y Severodonetsk. Como Volnovaja, como Mariúpol”.
El presidente ucraniano denunció que los militares rusos, que ocupan el país desde el 24 de febrero pasado, reúnen en las ciudades y comunidades más cercanas a la frontera con Rusia, en Donetsk y Lugansk, “a todos los que pueden para ocupar el lugar de los muertos y heridos en el contingente de ocupación”.
Y sentenció: “Todo esto, incluida la deportación de nuestro pueblo y los asesinatos masivos de civiles, es una política evidente de genocidio seguida por Rusia”.
Agregó que este jueves los militares invasores bombardearon Jarkóv nuevamente y que por el momento la lista de muertos incluye a nueve personas y 19 heridos. “Todos los civiles. Un niño (cinco meses) y un padre fueron asesinados. La madre está en estado grave. Entre los heridos también se encuentra una niña de nueve años”.
Poblaciones bombardeadas
El Ejército ruso bombardeó en las últimas horas un total de 41 poblaciones en el Donbás, en el este de Ucrania, donde se encuentran las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, informaron fuentes del ejército ucraniano.
Como consecuencia de estos bombardeos, al menos seis personas han muerto y otras 12 han resultado heridas, según datos publicados por el Ejército ucraniano en su página de Facebook.
“El enemigo destruyó y dañó 52 edificios residenciales de varias plantas y otros objetivos civiles” que incluyen una escuela de secundaria, una casa de la cultura, una instalación sanitaria, entre otros, precisó la fuente.
Los ataques también han dañado infraestructuras ferroviarias e instalaciones como garajes o plataformas de evacuación de civiles.
Al menos unas 760 personas fueron rescatadas en las últimas horas de estas zonas de combate por los servicios de evacuación ucranianos, indicó la fuente.
El ejército ruso ha centrado estos días sus ataques en la zona del Donbás, cuyo control le permitiría dominar una franja de terreno que recorre el este y el sur de Ucrania hasta la península de Crimea, que ya ocupa desde el 2014.
Por otro lado, los servicios de inteligencia ucranianos creen que, a la vez que atacan el Donbás, los rusos tratan de reagrupar sus tropas en las regiones de Jersón y Zaporiyia, en el sur del país y cercanas a la península de Crimea.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa publicado hoy por las agencias locales, ese reagrupamiento de tropas en zonas ya ocupadas “indica la intención de Rusia de afianzarse en estos territorios”.
“En la región de Jersón y en el territorio ocupado de la región de Zaporiyia vemos un refuerzo que se produce como resultado del movimiento de tropas desde la península de Crimea. Y todo ello viene en tránsito desde la Federación Rusa”, subrayó la nota.
Agregó que, además de las fuerzas terrestres, esta agrupación incluye componentes aéreos y marítimos.
“Vemos que desde principios de mayo las tropas de ocupación comenzaron a reforzar sus defensas. Se están preparando estructuras de ingeniería apropiadas, se está construyendo una tercera línea de defensa”, indicó el Ministerio de Defensa.
“Y ello sugiere que la ocupación de estos territorios (significa) que la Federación Rusa quiere quedarse (en ellos) por mucho tiempo. Son aspectos militares, indicadores militares que señalan las intenciones de Rusia de apoderarse y mantener estos territorios”, reiteró el ministerio.