Los presidentes de Rusia y Turquía acordaron que Ankara ayudará en las labores de desminado de los puertos ucranianos para permitir la exportación de granos del país, según informó hoy el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, que hablaron el lunes por teléfono, llegaron “a un acuerdo” sobre que Turquía intentaría “ayudar a organizar el desminado de los puertos ucranianos para liberar a los barcos que permanecen allí en calidad de rehenes, con mercancías que necesitan los países en vías de desarrollo”, afirmó el jefe de la diplomacia rusa en rueda de prensa en Riad.
Según Lavrov, cuyas palabras fueron transmitidas por la televisión pública rusa desde Arabia Saudí, la operación del desminado con cooperación turca deberá llevarse a cabo “sin intentos de fortalecer el potencial bélico de Ucrania y dañar a Rusia”.
El diplomático ruso rehusó dar más detalles al señalar que estos “se debatirán entre militares, entre especialistas”.
Al referirse a la crisis alimentaria que la ONU y Occidente vinculan a la campaña militar rusa en Ucrania por los puertos ucranianos bloqueados, Lavrov reiteró que Rusia no es responsable.
“Repito, por nuestro lado no existe ningún obstáculo. Todos los obstáculos provienen de la parte ucraniana o de aquellos países occidentales que encubren todas las acciones inadmisibles e ilegales del régimen de Kiev”, señaló.
Este lunes, Putin se mostró dispuesto a facilitar el tránsito marítimo de mercancías en los mares Negro y Azov en coordinación con Turquía, al igual que la exportación de cereales desde los puertos ucranianos.
Putin volvió a denunciar ante Erdogan que la crisis alimentaria “ha surgido como resultado de las políticas financieras y económicas miopes de los estados occidentales”.
Además, reiteró que Rusia puede exportar volúmenes significativos de fertilizantes y productos agrícolas si se levantan las sanciones, indicó el Kremlin
Erdogan, mientras, se ofreció nuevamente como mediador en el diálogo -congelado actualmente- entre Moscú y Kiev y propuso facilitar una posible reunión de Rusia, Ucrania y Naciones Unidas en Estambul, para asumir un mecanismo de control del conflicto ucraniano.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró la víspera su propuesta de reunirse con Putin, ante lo que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que “a priori nadie descarta un encuentro como este y nadie jamás lo descartó”.
“Pero debe ser preparado. Y si Putin y Zelesnski se reúnen, será para poner punto final a determinado documento”, dijo.
El representante de la diplomacia rusa señaló que “el trabajo en este documento está detenido desde hace mucho tiempo y desde entonces no se ha retomado”.
Italia también se une
Italia se ha ofrecido para desminar los puertos de Ucrania, defendidos de ese modo contra la invasión rusa, y desbloquear así la exportación de alimentos y cereales del país, declaró hoy su ministro de Exteriores, Luigi Di Maio.
“Estamos presionando para que se creen corredores marítimos para el transporte de las materias primas alimentarias, sobre todo el grano, desde los puertos ucranianos”, dijo el jefe de la diplomacia italiana en una comparecencia parlamentaria.
Para que eso ocurra, explicó Di Maio, es preciso desminar los puertos de Ucrania, sobre todo el de Odesa, que sigue bajo dominio ucraniano, aprovechando, dijo, “la garantía rusa del tránsito seguro de los cargamentos”.
“Italia ya ha ofrecido su disponibilidad para participar en las eventuales operaciones de desminado y pretende favorecer un rol central de Naciones Unidas y eventualmente con otros socios, como Turquía, para la coordinación de las operaciones”, indicó.
Ucrania era antes de la guerra uno de los principales exportadores mundiales de cereales y fertilizantes agrícolas y sus mercancías eran fundamentales para la seguridad alimentaria de áreas como Oriente Medio y el norte de África.
La mayor parte de las mercancías alimentarias ucranianas se trasladaban desde la antigua república soviética al resto del mundo a través de los puertos del mar Negro, pero Rusia los ha bloqueado.
La semana pasada, el primer ministro italiano, Mario Draghi, telefoneó al presidente ruso, Vladimir Putin, para pedirle el desbloqueo de la exportación de grano desde Ucrania también desde los puertos del Mar Negro y Mar de Azov como Mariúpol, invadidos por tropas rusas.
El mandatario ruso respondió que si Occidente levantara las sanciones a Rusia su país podría exportar cereal.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, ha advertido de las repercusiones que está teniendo para la seguridad alimentaria de todo el mundo la guerra entre Ucrania y Rusia, ambos colosos exportadores de cereal.
Italia está organizando un Diálogo Ministerial con los países mediterráneos para el próximo 8 de junio, en colaboración con la FAO, para comprender las necesidades y esbozar medidas de intervención ante las graves repercusiones de la guerra sobre la seguridad alimentaria, en particular en el Mediterráneo y África.
Incluso el papa Francisco, profundamente preocupado por esta nueva guerra en Europa, ha pedido que “el trigo, alimento de base, no se use como arma de guerra”, durante la audiencia general con los fieles de este miércoles.