Los productores rusos de fertilizantes están tratando de cumplir con los contratos a pesar de las sanciones occidentales contra ellos, lo que representa un riesgo para la seguridad alimentaria mundial, declaró el Kremlin.
El portavoz Dmitri Peskov respondió una pregunta sobre una propuesta del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de que Rusia permita el envío de algunos granos ucranianos para aliviar una crisis alimentaria mundial a cambio de facilitar las exportaciones rusas y bielorrusas de fertilizante potásico, actualmente afectadas por las sanciones por el conflicto.
Peskov dijo que los proveedores rusos están interesados en cumplir con los contratos internacionales, pero sostuvo que “se han introducido sanciones que son un boomerang en todo el mundo”.
La decisión de Rusia de enviar soldados a Ucrania hace casi tres meses impidió que Ucrania utilice sus principales puertos en los mares Negro y Azov, y redujo sus exportaciones de granos este mes en más de la mitad en comparación con el mismo período del año pasado.
Rusia y Ucrania juntos representan casi un tercio de los suministros mundiales de trigo.
Ucrania también es un importante exportador de maíz, cebada, aceite de girasol y aceite de colza, mientras que Rusia y Bielorrusia, que ha respaldado a Moscú en su intervención, representan más del 40 por ciento de las exportaciones mundiales de potasa, un nutriente para cultivos.
Guterres ha dicho que 36 países cuentan con Rusia y Ucrania para más de la mitad de sus importaciones de trigo, incluidos algunos de los más pobres y vulnerables del mundo. Un responsable de la agencia de alimentos de la ONU dijo el 6 de mayo que cerca de 25 millones de toneladas de granos estaban atrapadas en Ucrania.
Sin embargo, Peskov afirmó que los puertos de Ucrania están minados y que el presidente Vladimir Putin le había dicho a Guterres que remover las minas sería una operación muy compleja. Al menos cuatro de los principales puertos de Ucrania están ahora bajo el control del Ejército ruso.