Adolf Hitler: Fruto de una genealogía escabrosa, Hitler, al que su madre apodaba "Adi", tuvo un padre con autoridad indiscutible y brutal. Se orinaba ante el miedo de ser golpeado, lo que provocaba las palizas de su progenitor. Ya a los 11 años sus rasgos comenzaron a mostrar una máscara de locura fría. Mediocre escolar, su madre le inscribió a los 16 años en una escuela de dibujo porque le creía un artista y Hitler confió en su propio talento, pero su fracaso acrecentó su odio por el mundo.
Adolf Hitler

| Mussolini fue diagnosticado de pequeño como “retrasado mental”, Hitler y Stalin recibieron salvajes palizas de sus padres, Idi Amin se crió con una madre bruja, un acomplejado Franco creció odiando a su padre... Un libro intenta responder a la pregunta ¿la infancia de los dictadores esconde las raíces del mal?

La escritora y periodista francesa Veronique Chalmet bucea en los primeros años de vida de diez déspotas en el libro “La infancia de los dictadores” (Gedisa), que se publicará en español en octubre y en el que se muestran algunos patrones comunes en su infancia y juventud.

Pol Pot (Camboya), Idi Amin Dada (Uganda), Stalin (Unión Soviética), Gadafi (Libia), Hitler (Alemania), Franco (España), Mao (China), Mussolini (Italia), Sadam Husein (Irak) y Bokassa (República Centroafricana), son los diez dictadores cuya niñez analiza la autora.

Todos llegaron a edad adulta llenos de frustraciones y fisuras psicológicas, incapaces de entablar relaciones humanas normales, explica el responsable editorial, Jean-Pierre Vrignaud. Pero no todos los niños con un infancia difícil se convierten en despiadados dictadores. Un día, estos “fracasados sociales” se toparon con una situación histórica excepcional.