Los ministros de Finanzas del G7, que agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, llegaron este sábado a un acuerdo “histórico” para fijar las bases de la nueva fiscalidad internacional mediante la instauración de un impuesto mínimo universal del 15% para las grandes empresas.
Tras dos días reunidos en Londres, el ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, confirmó el pacto logrado por los ejecutivos y explicó que se busca construir un campo de juego equilibrado para las corporaciones globales.
Con esta norma se pretende que las empresas paguen en los países en los que venden sus productos y servicios y no en donde declaren sus beneficios.
“Tras años de debate, los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para la reforma del sistema fiscal global para que se ajuste a la era digital global”, sostuvo Sunak, según información de la cadena británica BBC.
Incluso, a través de su cuenta de Twitter, Sunak indicó que el acuerdo requerirá que los gigantes tecnológicos multinacionales hagan su contribución fiscal.
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, elogió un acuerdo “histórico” del G7 sobre impuestos mínimos corporativos que, según dijo, significaba que las empresas ya no podrían evadir impuestos contabilizando ganancias en países con impuestos bajos.
“La decisión del G7 sobre la justicia fiscal internacional es histórica. Es una muy buena noticia para la justicia fiscal y la solidaridad y una mala noticia para los paraísos fiscales de todo el mundo”, dijo en un comunicado.
Según la misiva obtenida por la agencia AFP menciona también el compromiso de una mejor repartición de los derechos de gravar los beneficios de las grandes multinacionales, principalmente digitales y estadounidenses. Es el llamado segundo “pilar” de la reforma planteada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que incluye a cerca de 140 países.
Google y Facebook en la mira
Cabe señalar que los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países se reunieron en persona por primera vez desde el inicio de la pandemia del COVID-19, luego de que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, diera un nuevo impulso a las estancadas conversaciones fiscales globales este año.
Según apuntan los medios internacionales, las naciones ‘ricas’ han luchado durante años para acordar una forma de recaudar más impuestos de las grandes multinacionales como Google, Amazon y Facebook, que a menudo registran ganancias en jurisdicciones donde pagan poco o ningún impuesto.
Estados Unidos propuso una tasa de impuesto global mínima sobre sociedades del 15%, por sobre el nivel en países como Irlanda, pero por debajo del punto más bajo del G7.