La exigencia o no de pruebas diagnósticas del coronavirus en las llegadas de los aeropuertos americanos es uno de los tantos motivos de discusión que ha suscitado la pandemia en cada país, en un continente que ya tiene más de 21 millones de casos y más de 650,000 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras en algunas ciudades y países se refuerza la idea de que se hace un mejor control exigiendo en las terminales aeroportuarias pruebas PCR negativas no superiores a 96 horas, en otros se implementan estrategias que involucran más a estamentos locales o regionales, como los seguimientos a viajeros cuando lleguen a sus destinos y establecimiento de redes de contactos.
La nota más alta en este aspecto la puso este viernes el estado estadounidense de Nueva York, cuyo gobernador, Andrew Cuomo, anunció que reforzará la presencia de la Guardia Nacional en los aeropuertos con el objetivo de evitar la llegada de personas contagiadas con el patógeno de cara a la Navidad.
“Quiero que la gente sepa que esto es en serio”, dijo Cuomo, quien explicó que los agentes tendrán la misión de comprobar que todo aquel que llegue a un aeropuerto de Nueva York ha dado negativo en una prueba, la cual los pasajeros deberán hacerse antes de viajar.
Colombia: puertas abiertas y vigilancia
Por otra parte, en Colombia sigue generando polémica la decisión del Gobierno de ya no exigir pruebas PCR a la llegada a los aeropuertos internacionales.
El director encargado de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, Julián Fernández Niño, señaló que “los requisitos previos al vuelo son, en primera medida, no presentar fiebre o síntomas respiratorios asociados al COVID-19. De igual manera, se impedirá el abordaje a aquellos viajeros que no hayan diligenciado previamente la aplicación Check-Mig”.
Asimismo, la cartera sanitaria advirtió que “las aerolíneas deberán informar a sus pasajeros que al llegar a Colombia serán objeto de seguimiento por parte de su asegurador, secretaría de Salud o a través del Centro de Contacto Nacional de Rastreo (CCNR)”.
La derogación del pedido de pruebas PCR en los aeropuertos colombianos se da en el marco de una serie de acciones que el Gobierno está tomando para recuperar la economía.
Confianza y no más cuarentenas
El nuevo consejero delegado de la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA), el brasileño José Ricardo Botelho, dijo que la confianza del viajero de que no haya cuarentenas que retrasen su regreso y la armonización de medidas y de protocolos de bioseguridad son claves para impulsar la industria aérea y levantarla de la crisis.
Para Botelho, “si hay cuarentena” en el destino del viajero, una medida que han tomados muchos países y que “mata la demanda y la posibilidad del desarrollo del turismo”, este, en muchas ocasiones, se decide por no viajar.
El directivo de la ALTA citó una encuesta reciente en la que el 86% de las personas que han viajado en este momento de pandemia “se sienten seguros con toda la situación de nuestra cadena”.
República Dominicana con 75.9% menos de turismo extranjero
La incertidumbre a la hora de viajar por avión le ha pegado de lleno al turismo extranjero de República Dominicana, que se redujo en un 75.9% en octubre pasado, en comparación al mismo mes del año anterior.
El turismo aporta de forma directa cerca de un 7% a 8% del Producto Bruto Interno (PBI) del país, por lo que la crisis generada por el coronavirus ha tenido un fuerte impacto en el conjunto de la economía.
Delaware: modelo en EE.UU.
Una reducción en un 82% la incidencia del COVID-19, la hospitalización en un 88% y la mortalidad en un 100% pueden producirse si se hace el confinamiento domiciliario, se usa apropiadamente el tapabocas y se aplica el rastreo de contactos como lo hace el estado de Delaware, según informaron hoy los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El estado, por medio de la División de Salud Pública (DPH, en inglés), respondió a la transmisión comunitaria en curso con la investigación de todos los casos identificados a partir de esa fecha.
Dentro de sus estrategias, Delaware emitió órdenes de permanencia en el hogar desde el 24 de marzo al 1 de junio, impuso un mandato de uso de mascarillas desde el 28 de abril e inició el rastreo de contactos a partir del 12 de mayo.