El ilegítimo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró en emergencia a la estatal petrolera PDVSA y designó al vicepresidente económico, Tareck el Aissami, como líder de una comisión que tendrá poderes incontestables para reestructurar la industria nacional.
"Declaro la emergencia energética de la industria de hidrocarburos a los fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética nacional y proteger a la industria de la agresión imperialista", dijo Maduro durante un acto con trabajadores petroleros.
Explicó que esta comisión, cuyo vicepresidente será el exministro de Petróleo Asdrúbal Chávez, "tendrá todo el poder para iniciar el proceso de cambio, transformaciones y defensa integral de toda la industria petrolera".
"Estoy poniendo todo el poder del Estado y de la nación para entrarle a PDVSA con todo les estoy dando el poder, para que ustedes dirijan y conduzcan la industria petrolera hacia un nuevo modelo de gestión socialista del siglo XXI", dijo.
La instancia, indicó el mandatario, también estará integrada por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y su número dos, Remigio Ceballos, para que sumen "todo el poder" de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y "además garantizar la seguridad de todas las instalaciones con un plan nuevo".
El actual ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Manuel Quevedo, también formará parte de la llamada "Comisión presidencial para la defensa, reestructuración y reorganización de la industria petrolera nacional, Alí Rodríguez Araque".
"Una comisión que debe reunirse de inmediato, al terminar este acto, y comenzar un proceso de revisión y recuperación de los trabajadores de PDVSA ", adelantó Maduro, que instó a los designados a no aceptar excusas en su gestión para elevar la producción de crudo al menos a 2 millones de barriles diarios.
En febrero del 2017, el Gobierno de Estados Unidos sancionó por narcotráfico a El Aissami tras una investigación "de años" que llevó al Departamento del Tesoro a determinar que el chavista juega "un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos", con destinos que incluyeron México y Estados Unidos.
Según un reporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que cita a fuentes secundarias del mercado, la producción venezolana para diciembre pasado se ubicó en 714,000 barriles diarios, 193,000 menos que los reportados por el Ejecutivo de Maduro.