Foto: AFP
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no solo quiere atraer a famosos como o Aga Khan. A diferencia de muchos Gobiernos en Europa, Portugal quiere que los inmigrantes fortalezcan su economía conforme su población disminuye y envejece.

Si bien ha atraído a ricos -Madonna fue a buscar casa en Lisboa en el 2017 y Aga Khan ha obtenido la nacionalidad portuguesa este año- el país está haciendo un esfuerzo para atraer a los ciudadanos que huyeron de la crisis de la y a inmigrantes que pueden llenar vacíos cruciales en el mercado laboral.

“No se trata de cualquier tipo de inmigración; se trata de atraer inmigrantes cualificados para las necesidades de la economía portuguesa”, dijo Jorge Bravo, profesor de Economía en la Universidad Nova de Lisboa. “Principalmente en cuanto a salarios, no somos muy competitivos. Si hubiera un campeonato entre los países más solicitados para la inmigración, Portugal no está en la Liga de Campeones”.

Portugal se prepara para las elecciones generales de octubre y la falta de inmigrantes, en lugar de su presencia, podría ser un tema de campaña para los políticos. A diferencia de Italia y Hungría, donde los partidos antiinmigrantes de Matteo Salvini y Viktor Orban están en el poder, o de Francia, donde el partido de Marine Le Pen encabezó la votación del Parlamento Europeo en mayo, Portugal no tiene fuerzas populistas en juego. De hecho, algunos de los negocios del país quieren que los políticos propongan planes coherentes para atraer a inmigrantes.

’Se necesita’

“Urge introducir mejoras significativas a las políticas de acogida de trabajadores extranjeros”, dijo José Theotonio, responsable ejecutivo de Pestana Hotel Group, el mayor operador hotelero de Portugal. “La falta de profesionales ya causa preocupación actualmente y tendrá un fuerte impacto en el futuro”.

El sector del y la se encuentra entre los que más sienten la falta de mano de obra. Encontrar personal de limpieza y cocina con las aptitudes adecuadas es “lo más complicado”, dijo Theotonio, quien quiere que el Gobierno flexibilice las normas laborales para acomodar a los trabajadores temporales y estacionales.

“El nivel medio de educación de los portugueses ha aumentado mucho, por lo que es natural que en puestos como el servicio de habitaciones o camareros haya una falta de trabajadores”, dijo Raúl Martins, presidente de la cadena hotelera Altis y director de la Asociación Hotelera de Portugal, que representa a unas 600 empresas hoteleras.

El turismo representa alrededor del 14% del producto bruto interno de Portugal y ha impulsado la economía, que creció por quinto año consecutivo en el 2018. Esto ha ayudado al gobierno socialista minoritario del primer ministro António Costa a reducir la tasa de desempleo y gestionar el déficit presupuestario.

La tasa de desempleo de Portugal de 6.6% en mayo fue menos de la mitad de España, con 13.6%, y por debajo de la media de la eurozona de 7.5%.

Problemas de contratación

No obstante, el índice de endeudamiento de Portugal sigue siendo el tercero más alto en la eurozona, después de Grecia e Italia, y para mantener en marcha el motor de crecimiento en el país necesita más trabajadores.

El Banco de Portugal advirtió en un informe el 12 de junio que “algunos indicadores sugieren que hay dificultades para que las empresas portuguesas contraten trabajadores, especialmente aquellos con niveles de calificación más altos”.

El número de inmigrantes en aumentó 14% en el 2018 a 480,300, el más alto desde al menos 1976, según su Servicio de Inmigración y Fronteras. Pero ese nivel no ha sido suficiente para compensar la disminución de la población, que ha caído desde el 2010 y llegó a alrededor de 10.3 millones a finales del 2018. Las proyecciones muestran que podría caer a 7.9 millones para el 2080.

La edad media en Portugal era de 45.2 años en el 2018, habiendo aumentado en alrededor de 4.4 años desde el 2008. En el 2017, el país tenía la tercera edad mediana más alta en la Unión Europea en 44.8 años, detrás de Italia y Alemania.

Con los brazos abiertos

“Los brazos del país están abiertos para los portugueses que quieran regresar”, dijo José Luis Carneiro, secretario de Estado para las comunidades portuguesas, en un informe el 22 de julio de medidas para el regreso de ciudadanos. El Gobierno ofrece hasta 6,536 euros (US$ 7,276) a repatriados.

Portugal ha tenido cierto éxito en atraer a los llamados residentes no habituales. Seducidos por sus playas, clima agradable, vida relajada y, principalmente, las exenciones fiscales, casi 30,000 personas han hecho del país su hogar. Una tercera parte recibe una pensión en el extranjero.

La actriz italiana Monica Bellucci, el diseñador de moda francés, Christian Louboutin, y el ex jugador del club de fútbol Manchester United son algunas de las personalidades que compraron propiedades o que, según se ha informado, son residentes a tiempo parcial en Portugal.

El Gobierno ha sido criticado por sus exenciones fiscales a los ricos. Los críticos también dicen que los extranjeros ricos han aumentado los valores inmobiliarios y los precios locales. El régimen permite a los expatriados pagar tan solo el 20% de los impuestos sobre la renta durante una década y exime por completo a algunos jubilados de los impuestos.

“Los jubilados impulsan localmente algunos sectores vinculados mayormente al turismo y el ocio, como se puede ver en el Algarve, o en las ciudades de Lisboa y Oporto, y en pequeñas áreas del interior”, dijo Bravo. “Pero no es la solución”.

Portugal necesita una “política de inmigración inteligente”, como la de Singapur o Canadá, que no se base solamente en incentivos fiscales, dijo António Horta-Osorio, responsable ejecutivo de Lloyds Banking Group Plc, en una conferencia cerca de Lisboa el 17 de mayo.

“Tenemos un problema demográfico extraordinario en comparación con el resto de Europa”, manifestó. Portugal debería trabajar en atraer a “personas con las cualificaciones y aptitudes que necesitan nuestras empresas y la sociedad”, dijo.