Los hogares europeos son cada vez más pequeños, según el primer informe sobre la evolución demográfica en la Unión Europea, publicado este miércoles, que revela que uno de cada tres hogares está compuesto por una sola persona.
El informe muestra las tendencias demográficas a largo plazo en Europa, desde una mayor esperanza de vida hasta la reducción de las tasas de natalidad, el envejecimiento de la población o la reducción del tamaño de los hogares.
Uno de los datos más llamativos es el cambio en la estructura de las estructuras familiares.
Mientras aumenta el número de hogares (en el 2019 había 195 millones en Europa, 13 millones más que en el 2010), su tamaño disminuye (ha pasado de 2.4 personas de media en el 2010 a 2.3 en el 2019).
Cerca de un tercio de todos ellos está compuesto por una sola persona, un 19% más que en el 2010.
La tendencia general, explica el informe, es el aumento de los hogares formados por parejas sin hijos, personas que viven solas y padres solteros o separados.
En la mayoría de hogares no hay niños, mientras que las familias monoparentales han aumentado 13% desde el 2010.
El envejecimiento de la población es otra de las constataciones del informe, que prevé que un 30.3% de la población tendrá 65 años o más en el 2030, frente al 20.3% en el 2019.
A medida que Europa envejezca, un número creciente de personas de 65 años o más vivirán solas, sobre todo en el caso de las mujeres (en el 2019 el porcentaje de mujeres mayores que vivían solas era del 40%, más del doble que el de los hombres).
La esperanza de vida al nacer de los europeos en el 2018 se situó en los 78.2 años para los hombres y 83.7 para las mujeres. Se prevé que este crecimiento continúe y que los hombres nacidos en el 2070 vivan 86 años y las mujeres 90 años.
Con el envejecimiento, disminuirá la población en edad de trabajar, que ya se ha reducido durante la última década y se prevé que disminuya en 18% para el 2070.
Aumentar la tasa de empleo de las mujeres será de vital importancia para abordar ese problema.
El informe también refleja la disminución de la proporción de la población europea en el total mundial, que se espera represente menos de 4% en el 2070.
Por otra parte, el documento saca a la luz las grandes diferencias en el cambio demográfico entre las regiones y la necesidad de abordar su impacto en el crecimiento y la sostenibilidad, el empleo, la salud y los cuidados de larga duración.
"Esta crisis ha expuesto muchas debilidades, algunas de las cuales están vinculadas al profundo cambio demográfico que ya afecta a nuestras sociedades y comunidades en toda Europa. Este doble desafío debe ayudar a moldear la forma de pensar sobre la atención médica, el bienestar, los presupuestos públicos y la vida pública", declaró la vicepresidenta de la Comisión Europea para la Democracia y la Demografía, Dubravka Suica.
El informe servirá de base para el futuro Libro Verde que la UE publicará sobre el envejecimiento y la visión a largo plazo para las zonas rurales.