Francia es el primer país en inscribir explícitamente el aborto en su Constitución, aunque hubo otras naciones que lo introdujeron o lo prohíben indirectamente en su Carta Magna.
La iniciativa francesa aboga por blindar en su artículo 34 la “libertad garantizada de la mujer de recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo” (IVE).
Esta es “la primera disposición constitucional explícita y amplia sobre el tema” en el mundo, explica a AFP Leah Hoctor, de la organización estadounidense Center for Reproductive Rights.
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La tentativa chilena
En setiembre de 2022, Chile intentó introducir el derecho para las mujeres a “una interrupción voluntaria del embarazo” en su proyecto de nueva Constitución, que fue rechazado en referendo.
La actual Carta Magna, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), estipula que “la ley protege la vida del que está por nacer”.
Otro intento de reforma posterior, elaborado por un consejo dominado por la ultraderecha, protegía la vida de “quien está por nacer”, dando pie a revisar el derecho al aborto. También fue rechazado.
Este país, tradicionalmente conservador sobre el tema, prohibía el aborto hasta en 2017, cuando una ley lo autorizó en tres causales: violación, inviabilidad del feto y riesgo para la madre.
El precedente yugoslavo
Actualmente, varios países “ofrecen una protección constitucional del derecho al aborto, pero no mediante una formulación explícita”, explica Leah Hoctor.
Varios países de los Balcanes heredaron así el “derecho humano de decidir libremente sobre el nacimiento de los hijos” incluido en la Carta Magna de 1974 de la entonces Yugoslavia del mariscal Tito.
Este es el caso de Eslovenia, Macedonia del Norte y Serbia, así como de la entidad de los serbios de Bosnia.
Otros países como Cuba también hacen una referencia velada cuando hablan de “derechos reproductivos” en su Constitución.
La Carta Magna de Ecuador consagra “el derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida reproductiva y a decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener”.
Caso por caso
Otros países, sobre todo africanos, “se refieren al aborto de manera explícita en su Constitución, pero generalmente para permitirlo en circunstancias específicas”, explica la experta.
En Kenia, “el aborto no está autorizado, salvo si un profesional de salud cualificado lo considera necesario para un tratamiento de emergencia o si la vida o la salud de la madre corre peligro, o si lo permite otra ley escrita”, indica la Constitución.
La ley fundamental de la vecina Somalia señala que “el aborto es contrario a la sharía [ley islámica] y está prohibido, salvo en caso de necesidad, en particular para salvar la vida de la madre”.
La Carta Magna de Esuatini, pequeño país de África Austral, dispone que “el aborto es ilegal, pero puede autorizarse” en caso de violación y de riesgo para la vida o la salud de la mujer.
Vida desde la concepción
A las antípodas de la iniciativa francesa, algunas leyes fundamentales prohíben implícitamente el aborto, consagrando el derecho a la vida desde la concepción, como en el caso de República Dominicana, Filipinas, Madagascar, Honduras y El Salvador.
Este país de América Central es uno de los más duros. El aborto se castiga con dos a ocho años de cárcel, pero a menudo es tipificado como “homicidio agravado”, lo que conlleva penas de 30 a 50 años de prisión.
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