El consorcio finlandés Fennovoima dijo que puso fin a un contrato para que la empresa estatal rusa Rosatom construyera una central nuclear en Finlandia, alegando retrasos y mayores riesgos debido a la guerra en Ucrania.
El anuncio puso fin a meses de incertidumbre y a años de disputas políticas sobre la proyectada central Hanhikivi 1, un proyecto que habría aumentado la dependencia energética de Finlandia respecto a Rusia.
Fennovoima infomó que rescindió el contrato debido a los “significativos retrasos e incapacidad de RAOS Project para entregar el proyecto”, en referencia a la filial finlandesa de Rosatom.
“La guerra en Ucrania ha empeorado los riesgos para el proyecto. RAOS ha sido incapaz de mitigar ninguno de los riesgos”, añadió, sin entrar en más detalles.
Rosatom se mostró “extremadamente decepcionada” por la decisión, que, según dijo, se adoptó sin ninguna consulta detallada con los accionistas del proyecto, incluida otra de sus filiales.
“El proyecto ha ido progresando y hemos establecido una buena relación de trabajo con nuestro cliente”, señaló en su declaración, añadiendo que se reserva el derecho a defender sus intereses “de acuerdo con los contratos y las leyes aplicables”.
La planta fue encargada por Fennovoima, un consorcio en el que accionistas fineses como Outokumpu, Fortum y SSAB poseen dos tercios. La filial de Rosatom, RAOS Voima, controla el resto.
El gobierno finlandés aprobó la participación de Rosatom en el 2014, aunque las encuestas mostraron que los ciudadanos sentían un creciente malestar por el acuerdo tras la anexión de Crimea por parte de Rusia a principios de ese año.