El Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentó este jueves 6 décimas su cálculo de crecimiento de la economía española en el 2022, que ahora coloca en el 5.2%, mientras que bajó una décima las perspectivas para este año, hasta el 1.1%.
El organismo publicó hoy una revisión de sus cifras y confirmó que España evitará la recesión este año, en un momento complicado para la economía global por la dilatación de la guerra en Ucrania.
La mejora del turismo y de otros servicios y el aumento del empleo hasta niveles superiores a los previos a la pandemia explican la mejora de la estimación del 2022, mientras que el menor crecimiento de este año se deberá, según el fondo, al encarecimiento de los precios, las condiciones financieras más duras y la menor demanda externa.
El Fondo señala que “la incertidumbre en torno a las perspectivas es significativa” con riesgos a la baja por las condiciones financieras más estrictas de lo esperado, una demanda mundial más débil y una mayor volatilidad de los precios de la energía.
Pero también apunta la posibilidad de que las previsiones mejoren con un uso acelerado de los fondos NGEU, los que la UE ha destinado para reparar los daños de la pandemia, y una liquidación rápida de los ahorros de los hogares que podría impulsar la demanda interna.
Este año, señala el FMI, la actividad económica en España se ha mantenido resistente “a pesar de los nuevos vientos en contra planteados por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania” y gracias a que el fuerte repunte del turismo y otros servicios que ha respaldado el crecimiento, con un empleo que ha superado su nivel previo a la pandemia.
“Sin embargo, los elevados precios mundiales de la energía y los alimentos, el debilitamiento del crecimiento de los socios comerciales, el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas y el aumento de las tasas de interés han frenado la recuperación de la producción”, señaló el FMI.
Así, esta bajada del 5.2% en 2022 al 1.1% en 2023, refleja los efectos de los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más estrictas y una demanda externa más débil.
En cualquier caso, el Fondo “elogia” a España por las medidas aprobadas para paliar los efectos de la subida de los precios de la energía en las familias y las empresas y valora los pasos dados en el paquete de ayudas de 2023, mientras insiste en continuar con las acciones para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Se proyecta que la producción alcance su nivel previo a la pandemia a principios de 2024 y que la inflación general continúe moderándose gradualmente en 2023.