Las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla han sido en varias ocasiones motivo de desencuentros entre España y Marruecos, por su situación geográfica en el norte de África y por la facilidad que eso ofrece para el acceso de la inmigración ilegal desde el territorio marroquí al español.
La llegada de casi 6,000 marroquíes de manera irregular en las últimas horas a Ceuta es el más reciente de los choques entre ambos países, que ya vivieron un momento difícil en sus relaciones cuando se aprobaron los Estatutos de Autonomía de Ceuta y Melilla, en 1994, lo que obtuvo como respuesta una ofensiva diplomática de Marruecos al solicitar a la ONU la “devolución” de las ciudades.
De nuevo las relaciones quedaron enturbiadas el 2 de noviembre del 2007 cuando Marruecos anunció la llamada a consultas de su embajador en Madrid, tras anunciarse la primera visita de los Reyes de España, entonces Juan Carlos I y Sofía, a las dos ciudades autónomas españolas, que fue la primera en 32 años.
La última reivindicación la realizó en diciembre del 2020 el primer ministro marroquí, Saadedin Otmani, cuando elevó la aspiración de Marruecos sobre la soberanía de Ceuta y Melilla, que provocó una respuesta rápida del Ejecutivo español así como el requerimiento de la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, para dar explicaciones.
Conflicto del Sahara
España y Marruecos han protagonizado a lo largo de los años varios desencuentros, casi todos relacionados con la soberanía del Sáhara Occidental cuya anexión se produjo en 1975; con la inmigración clandestina, o con las recurrentes reivindicaciones soberanistas de Marruecos sobre Ceuta y Melilla.
El Sahara es desde 1975 motivo de conflicto como el que se desencadenó el 27 de octubre del 2001, cuando Marruecos retiró a su embajador en Madrid y cuatro días después suspendió la una reunión bilateral de alto nivel.
El origen fue la disconformidad marroquí ante la postura española sobre la soberanía del Sahara, siempre defensora de los acuerdos de la ONU.
Una de las últimas crisis se produjo en noviembre del 2020 después de que el entonces vicepresidente segundo y socio de Pedro Sánchez en el Gobierno, Pablo Iglesias, manifestara en un tuit su empeño en que “se celebre, sin más demora, un referéndum libre, limpio e imparcial en el Sáhara”.
A ello se sumó la reunión que mantuvo Nacho Álvarez, número dos de Iglesias, con la representante del Frente Polisario, Suilma Hay Emhamed Salem y a la que el propio Álvarez se refirió como “ministra” en las redes sociales, lo que acabó postergando la visita de Sánchez a Rabat en febrero del 2021, finalmente aplazada sine die.
Conflicto de perejil
El 11 de julio del 2002 el islote español de Perejil, situado frente a las costas del país africano, fue ocupado por efectivos marroquíes que justificaron esta acción dentro de su “lucha contra la emigración ilegal y el terrorismo en el Estrecho”.
Y aunque lo abandonaron una semana después tras una intervención militar española, la reconciliación llegó el 30 de enero del 2003 cuando, tras quince meses de hostilidades, anunciaron el regreso de sus embajadores.
Caso del dirigente del Polisario
El 22 de abril del 2021 se desveló que el secretario general del Polisario, Brahim Ghali, se encontraba hospitalizado en la ciudad española de Logroño (norte), por coronavirus y bajo identidad falsa, lo que fue justificado por el Ejecutivo español por motivos humanitarios y a su vez enojó a Marruecos, que lo calificó de deplorable y llamó al embajador de España en Rabat para dar explicaciones.
El conflicto se agravó después de que algunas asociaciones españolas, entre ellas la canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), pidieran la detención de Ghali por “asesinatos” al encontrarse en España.
Esta petición viene precedida de una querella que presentó una de estas asociaciones contra Ghali en el 2012, a raíz de la cual la Audiencia Nacional abrió una investigación por presuntos delitos de genocidio, asesinato y desapariciones en el Sáhara, pero nunca pudo interrogarlo porque canceló sus viajes a España y el caso fue archivado provisionalmente.
De nuevo el 4 de mayo del 2021 la Audiencia Nacional española citó a Ghali a declarar tras nueva querella interpuesta por el bloguero Fadel Mihdi Breica, ciudadano español de origen saharaui, contra él y otros miembros del Polisario por presuntos delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad, citación a la que el Gobierno español respondió que no se interpondría.