Las compañías europeas Eni y Repsol planean ampliar un acuerdo de petróleo por deuda con Venezuela bajo la aprobación de Estados Unidos, con el objetivo de suministrar productos refinados a la estatal PDVSA e impulsar los despachos de petróleo a Europa, según tres personas cercanas al asunto.
Cuando las sanciones estadounidenses cortaron el año pasado el flujo de petróleo ruso a Europa, Eni y Repsol recibieron autorizaciones del Departamento de Estado de Estados Unidos para tomar crudo venezolano y procesarlo en sus refinerías para recobrar deudas acumuladas y dividendos de sus empresas mixtas en el país sudamericano.
Las autorizaciones crearon exenciones a las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera de Venezuela, las cuales han restringido las exportaciones de petróleo de la nación socia de la OPEP desde 2019.
LEA TAMBIÉN: Nueva gerencia de venezolana PDVSA espera impulsar producción y refinación
No obstante, los permisos no permitían intercambios de petróleo y prohibieron los pagos en efectivo a PDVSA, términos que molestaron a la estatal venezolana.
Según los nuevos términos acordados con PDVSA, Eni y Repsol pueden suministrar combustibles a la empresa venezolana, potencialmente ayudando a Venezuela a aliviar una escasez intermitente de gasolina y diesel que ha provocado largas colas en las estaciones de servicio en los últimos años.
La primera entrega de combustible en virtud del acuerdo ampliado, unos 330,000 barriles de nafta, tiene programado llegar a la refinería venezolana Cardón esta semana desde la refinería italiana de Milazzo, operada por un consorcio entre Eni y Kuwait Petroleum, según datos de Refinitiv Eikon.
PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios. Eni y Repsol no estuvieron disponibles de inmediato para comentar.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que no discutirían “comunicaciones específicas con empresas”. La Casa Blanca declinó hacer comentarios.
Desde que Washington impuso sanciones petroleras a Venezuela en 2019, el modelo de canjes petroleros ha provisto una solución para los socios de PDVSA poder recuperar deudas pendientes de sus empresas mixtas, algunas veces asegurando el suministro de productos refinados que la estatal puede distribuir en el mercado interno.
La mayoría del crudo venezolano suministrado a Eni y Repsol bajo sus acuerdos de canje ha sido refinado en España. Pero PDVSA ha asignado sólo siete cargamentos en lo que va del año a Eni, que actúa como receptor del crudo por parte de ambas empresas, limitando el alcance del acuerdo.
Desde que en noviembre el Tesoro de Estados Unidos otorgó por separado una licencia a la petrolera Chevron para expandir sus operaciones en Venezuela y exportar crudo a Estados Unidos, varias compañías están buscando acuerdos similares.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden está redactando una propuesta que podría aliviar las sanciones al sector petrolero venezolano, permitiendo que más empresas y países importen su petróleo si el gobierno del presidente Nicolás Maduro da pasos concretos hacia una elección presidencial libre y justa, dijeron fuentes este mes.
Fases futuras
Eni también está en conversaciones iniciales con PDVSA para aumentar la producción en el campo Corocoro, un proyecto conjunto de aguas poco profundas que ha estado produciendo crudo de forma intermitente desde 2021, con el objetivo de reanudar las exportaciones de ese crudo, que están congeladas desde 2019.
El campo es operado por la empresa mixta Petrosucre entre Eni y PDVSA. Antes de las sanciones estadounidenses, producía unos 24.000 barriles por día de petróleo, pero en lo que va del año ha producido sólo 2.200 bpd, según analistas independientes.
En julio, PDVSA inspeccionó una plataforma flotante en el campo para evaluar los inventarios remanentes y el almacenamiento disponible para evitar un cierre total de la producción, dijo otra fuente.
Si las conversaciones actuales entre Eni, Repsol y PDVSA resultan exitosas para continuar expandiendo los negocios conjuntos, un proyecto costa afuera separado, Perla, que proporciona gas natural para generación eléctrica, podría en última instancia expandir producción, dijeron las personas.
El proyecto Perla, en el Golfo de Venezuela cerca de la frontera marítima con Colombia, permite actualmente a PDVSA comprar alrededor de 550 millones de pies cúbicos por día (mmcfd por su sigla en inglés) de gas natural producido por Eni y Repsol a precios internacionales. Su segunda fase ampliaría la producción a 800 mmcfd.
Las partes también podrían exportar los excedentes de líquidos de gas natural y condensados que produce el proyecto, lo que requeriría una autorización adicional de Washington.
Fuente: Reuters
LEA TAMBIÉN: Venezuela le apuesta al gas para reactivar su deteriorada economía