La senadora Elizabeth Warren dijo que no apoyaría un segundo mandato de Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos debido a su historial de regulación financiera.
“Su historial me preocupa seriamente”, dijo el martes la demócrata de Massachusetts durante una audiencia del Comité Bancario del Senado. “Usted ha tomado medidas que hacen que nuestro sistema bancario sea menos seguro, y eso lo convierte en un hombre peligroso para encabezar la Fed. Por eso que me opondré a su nombramiento”.
El mandato de Powell expira en febrero. Bloomberg News informó que asesores de la Casa Blanca están considerando recomendar al presidente Joe Biden que lo mantenga en el cargo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien testificó junto a Powell en la audiencia, dijo a asesores sénior de la Casa Blanca en agosto que apoya la reelección de Powell como presidente del banco central. Su apoyo es clave en el proceso de deliberación de la Casa Blanca, informó Bloomberg, dada su experiencia previa como presidenta de la Fed y en el banco central.
Apoyo bipartidista
Incluso si Warren emitiera un voto negativo sobre Powell, probablemente aún podría contar con el apoyo bipartidista para la confirmación. Varios senadores de ambos partidos dijeron que lo respaldarían, incluidos los republicanos Rob Portman de Ohio, Thom Tillis de Carolina del Norte, Mike Rounds de Dakota del Sur, Jerry Moran de Kansas y Steve Daines de Montana.
Warren es la única miembro del Senado que se ha opuesto a un segundo mandato de Powell. Sherrod Brown aún tiene que respaldarlo, pero pidió una Reserva Federal más diversa durante la audiencia del martes.
Lael Brainard, gobernadora de la Fed, es percibida como otra competidora líder para la presidencia de la Fed. Ella y Powell han divergido en sus puntos de vista sobre la regulación financiera en particular.
La oposición de Warren complica lo que contemplaba la Administración Biden. Tendrá que presionar aun más por Powell o elegir a otro candidato, que podría enfrentar más resistencia de los republicanos en el proceso de confirmación en un Senado en el que los demócratas ocupan 50 de los 100 escaños.
Un funcionario de la Casa Blanca no comentó de inmediato.
Powell, republicano, fue nominado a la junta de la Fed por el expresidente Barack Obama y elevado a la presidencia por el expresidente Donald Trump.
Flexibilidad
La declaración de Warren en su contra indica que ella no cree que un nuevo vicepresidente de supervisión pueda establecer la agenda con un presidente que quizás no esté de acuerdo con él o ella. Powell ha mostrado flexibilidad en el pasado, al menos resistiéndose a disentir en los votos de la junta contra las iniciativas de Daniel Tarullo, quien dirigió una reforma agresiva de la supervisión a raíz de la crisis financiera de 2008-2009.
Powell interpreta la Ley Dodd-Frank —las reformas de 2010 implementadas para fortalecer a los bancos después de la crisis— en términos legales bastante estrictos. La ley dice que el vicepresidente de supervisión “desarrollará recomendaciones de políticas” para la junta de la Fed y “monitoreará la supervisión y la regulación de dichas empresas”.
El cargo de la presidencia de la Fed es solo uno de los cuatro puestos que podría llenar la Administración de Biden. El mandato del vicepresidente, Richard Clarida, como gobernador expira en enero, y el mandato de Randal Quarles como vicepresidente de supervisión expira el próximo mes. Además, hay un puesto vacante.
Los nombramientos podrían tener un fuerte impacto en las expectativas de política el próximo año. Además, Robert Kaplan y Eric Rosengren, los presidentes de los bancos de la Fed de Dallas y Boston, dimitieron tras el escrutinio de sus operaciones bursátiles en el 2020, posiblemente introduciendo dos nuevos pronósticos en la ecuación cuando los funcionarios de la Fed se reúnan en diciembre.