La mayor parte de Clotilda, no obstante, no se quemó. Tres cuartas partes de la nave están en el fondo del río Mobile. (Foto: EFE | Referencial)
La mayor parte de Clotilda, no obstante, no se quemó. Tres cuartas partes de la nave están en el fondo del río Mobile. (Foto: EFE | Referencial)

En el fondo de un río de Alabama yacen los restos del último barco de esclavos llegado a , que podría contener pistas acerca del pasado y el futuro de una comunidad fundada por esclavos liberados tras la guerra civil estadounidense.

Hay trabajos en marcha que ayudarán a responder muchas preguntas de los residentes de Africatown USA: ¿Será posible sacar a la superficie los restos del Clotilda para ver qué dice sobre el pasado y si funciona como una atracción que ayude a revitalizar una comunidad en la que abundan descendientes de esclavos?

Un equipo contratado por la Comisión Histórica de Alabama retiró árboles caídos que cubrían los restos del barco, sacó fango del casco y recuperó algunas piezas del Clotilda, que se dice es el barco de esclavos en mejor estado jamás recuperado. Los trabajos en marcha ayudarán a determinar qué se puede hacer con los restos.

Algunos quieren crear un museo que incluya al Clotilda, que había sido contratado por un navegante blanco dispuesto a violar la orden que prohibía importar esclavos un año antes de que se fundase la Confederación, que buscó preservar la esclavitud y la supremacía blanca en el sur del país.

“Lo que quiero saber es cuándo. Cuándo van a sacar el barco de esa maldita agua”, expresó Joe Womack, residente de Africatown y activista en un foro público.

Cerca de allí, se construye una “casa de la herencia” que podría exhibir artefactos viejos. A algunos no les preocupa el barco en sí, que consideran solo una parte de una historia mucho más amplia.

El presidente de la Asociación de Descendientes del Clotilda, Darron Patterson, dijo que unos pocos artefactos y una réplica del barco bastarían para contar la historia de 110 africanos cautivos y de su papel en la esclavitud y en Estados Unidos.

“Cuando esa gente salió del depósito de cargas (del barco) y se hicieron hombres y mujeres, produjeron Africatown”, dijo Patterson, cuyo tatarabuelo Pollee Allen fue uno de los esclavos originales del pueblo. “Nosotros, como descendientes, queremos asegurarnos de que su legado de mantiene”.

Se cree que el Clotilda es el último barco que trajo esclavos africanos a Estados Unidos. Partió de Mobile décadas después de que el Congreso declarara ilegal el tráfico de esclavos, en un viaje secreto financiado por Timothy Meaher, cuyos descendientes son propietarios de terrenos valuados en millones de dólares.

El capitán del Clotilda, William Foster, transfirió a hombres, mujeres y niños de raza negra a otra embarcación y le prendió fuego a la nave para que no hubiese rastros de la llegada de esclavos a Mobile.

La mayor parte de Clotilda, no obstante, no se quemó. Tres cuartas partes de la nave están en el fondo del río Mobile.

La finalizar la guerra de 1861-1865, un grupo de africanos se radicó al norte de Mobile, en un sitio que se dio a conocer como Africatown USA. Meaher se negó a darles tierras, por lo que ellos las compraron y fundaron una pujante comunidad que les recordaba a África. Todavía hay algunos miles de personas allí, rodeadas de fábricas y en estado muy precario.

Usando una barcaza con una grúa, los buzos exploraron este mes durante diez días las aguas turbias para ver el estado de la embarcación, que recién en el 2019 fue identificada como el Clotilda. Extrajeron algunos pedazos de madera de 27 metros (90 pies) de largo para analizarlos y documentarlos.

El que el Clotilda sea sacado a la superficie alguna vez --algo que podría costar decenas de millones de dólares-- dependerá de numerosos factores, incluido el estado de la madera, la estabilidad de la estructura y las condiciones del río, según James Delgado, arqueólogo marino que trabaja con SEARCH Inc.

Un detallado informe de la misión y estudios posteriores tomarán tiempo, indicó. Pero los restos, sumergidos a unos tres metros (diez pies) de profundidad, se encuentran en muy buen estado porque han estado recubiertos por décadas por una protectora una capa de barro y podrían tener muestras de ADN de los cautivos, según las autoridades.

“Está abierto, roto, quemado... y sin embargo, intacto. Tan intacto, al menos desde un punto de vista arqueológico, que es el ejemplo mejor preservado de miles de barcos de esclavos llegados de África”, dijo Delgado.

Los descendientes de los cautivos africanos desempeñarán “un gran papel” en la decisión sobre qué hacer con los restos, de acuerdo con Stacye Hathorn, la arqueóloga oficial del estado de Alabama. “En todo momento consultamos con la comunidad antes que nada”, expresó.

Cuando los expertos determinen lo que se puede hacer con el barco, los descendientes tendrán una cantidad de opciones para considerar.

Algunos quisieran crear un polo de atracción que giraría en torno al comercio transatlántico de esclavos. Otros hablan de un monumento similar al dedicado a las víctimas de linchamientos, instalado en Montgomery, unos 274 kilómetros (170 millas) al noreste, en el 2018. Y están los que quieren reconstruir Africatown, que alguna vez contó con casas modestas, con jardines y varios negocios.

Joycelyn David, nieta del cautivo africano Charlie Lewis, ayudó a fundar la Asociación de Descendientes del Clotilda. Dice que no está claro lo que se debe hacer con el barco en caso de que se lo pueda sacar a la superficie o con los artefactos recuperados.

A ella lo que más le interesa es la gente que soportó un viaje transatlántico tormentoso y el impacto que puede tener el legado que dejaron en sus descendientes. “Siempre dije que lo importante no es el barco, es la gente”, manifestó.