El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó por su idea para una reapertura de la economía del país a mediados de abril pese a un aumento en los casos de coronavirus, minimizando la pandemia como lo hizo en las primeras etapas del brote al compararla con la gripe estacional.
Trump, y su equipo abocado al coronavirus, establecieron recomendaciones el 16 de marzo para que las personas de todo el país reduzcan las interacciones sociales y profesionales durante 15 días, en un intento por reducir la propagación del virus.
Pero el republicano, que busca la reelección en noviembre, ha comenzado a irritarse por las repercusiones económicas.
Durante una discusión transmitida en vivo por Fox News Channel, Trump afirmó que le gustaría que las empresas abrieran sus puertas nuevamente para Pascua, el 12 de abril.
“Me encantaría tener el país abierto y con muchas ganas de hacerlo en Semana Santa”, aseguró, y agregó que los estadounidenses podrían continuar practicando medidas de distanciamiento social, que los expertos en salud dicen que son cruciales para prevenir la infección, al tiempo que vuelven al trabajo.
“Perdemos miles y miles de personas al año por la gripe. No cerramos el país”, comentó. “Puedes destruir un país cerrándolo”.
El presidente ha sido criticado por decir que le gustaría reabrir la economía, incluso cuando el Pentágono y otras organizaciones pronosticaron que el brote podría durar meses.
Trump, quien dijo al inicio de la crisis que el virus estaba bajo control, quedó sorprendido por su impacto en la economía y el mercado bursátil.
“Nuestra gente quiere volver al trabajo”, afirmó en Twitter más temprano. “Practicarán el distanciamiento social y todo lo demás, y los adultos mayores serán seguidos de manera protectora y amorosa. Podemos hacer dos cosas a la vez. LA CURA NO PUEDE SER PEOR (por lejos) QUE EL PROBLEMA!”, agregó el mandatario.