La brecha entre la riqueza de los estadounidenses negros y blancos, uno de los puntos de referencia más marcados de la desigualdad en Estados Unidos, va rumbo a ampliarse sustancialmente después de que la pandemia exacerbara la concentración de la riqueza, según nuevos datos que detallan por primera vez 160 años de disparidades raciales en la riqueza.
En el 2019, los estadounidenses negros tenían una sexta parte de la riqueza per cápita de los estadounidenses blancos, según un análisis publicado este mes en un estudio realizado por los economistas Ellora Derenoncourt, Chi Hyun Kim, Moritz Kuhn y Moritz Schularick.
Aunque eso es una mejora drástica respecto de la proporción de 60 a uno en 1860 en vísperas de la Guerra Civil, sigue siendo menos de lo que tenían en la década de 1980.
“El papel reciente de las ganancias de capital en la ampliación de la brecha de riqueza racial pinta un panorama aleccionador para el futuro de la convergencia de la riqueza racial”, escribieron los autores en el documento, distribuido por la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas.
“En ausencia de intervenciones políticas u otras fuerzas que conduzcan a mejoras en las condiciones relativas de acumulación de riqueza de los estadounidenses negros, la convergencia de la riqueza no solo es un escenario distante, sino imposible”, dijeron.
La pandemia vio cómo la concentración de la riqueza alcanzaba su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, sostuvieron Derenoncourt, de la Universidad de Princeton; y Kim, Kuhn y Schularick, de la Universidad de Bonn en Alemania.
Si las condiciones actuales de acumulación de riqueza continúan para las próximas generaciones, estiman que la proporción de riqueza de los blancos frente a los estadounidenses negros podría llegar a 8.4 para el 2200 desde alrededor de 5.6 en 2019. En ese año, la riqueza de los negros se situó en US$ 60,125.58 en comparación con US$ 338,092.80 de los hogares no negros.
El hecho de que la brecha de riqueza entre blancos y negros no se haya reducido desde la década de 1980 puede atribuirse en gran parte a los tipos de activos que componen las tenencias de cada grupo. Los hogares negros tienen casi dos tercios de su riqueza en viviendas y muy poco en acciones, mientras que los estadounidenses blancos poseen acciones de empresas que cotizan en bolsa en cantidades mucho mayores. En los últimos 70 años, las acciones se han apreciado cinco veces más que los precios de las viviendas.
Pero el gran abismo entre la riqueza de los blancos y los negros después de la emancipación, cuando los afroamericanos fueron liberados de la esclavitud sin recibir reparaciones por los casi 250 años de esclavitud en Estados Unidos, aseguraría una brecha de riqueza hoy, incluso si los afroamericanos no hubieran quedado fuera de importantes oportunidades de creación de riqueza en los últimos 160 años, descubrieron los autores.
“Incluso en igualdad de condiciones para la acumulación de riqueza después de la esclavitud, en otras palabras, tasas de ahorro y ganancias de capital idénticas en los dos grupos, nuestro modelo de convergencia presagia una brecha de riqueza racial de 3 a 1 en la actualidad”, escribieron.
Los autores consideran que las políticas que unen las reparaciones con las que apuntan a cambios en la composición de las carteras podrían algún día conducir a una convergencia en la riqueza de blancos y negros, pero podría llevar cientos de años.
La Reserva Federal ha publicado datos de riqueza por raza desde 1989, pero no hay muchos datos disponibles antes de eso. Los economistas crearon su conjunto de datos, que data de 1860, en parte utilizando cifras del censo y digitalizando 50 años de informes de impuestos de estados del sur del país.