La Comisión Europea (CE) se limitó a tomar “nota” de la decisión del Reino Unido de aplazar por tercera vez los controles aduaneros pos-Brexit en Irlanda del Norte que acordó con la Unión Europea (UE), pero advirtió que “ambas partes están legalmente obligadas a cumplir con sus obligaciones”.
“No aceptaremos una renegociación del Protocolo” de Irlanda del Norte, añadió el Ejecutivo comunitario en un comunicado tras el anuncio la víspera de Londres sin precisar una fecha concreta para poner en marcha esos controles, en su empeño de volver a negociar los acuerdos del Brexit que entraron en vigor el pasado 1 de enero.
“Tomamos nota de la declaración ministerial del Reino Unido sobre el funcionamiento del Protocolo sobre la base actual, incluida la continuación de los períodos de gracia existentes”, señaló Bruselas en su nota, en la que hace “hincapié” en que el Acuerdo de Retirada es “un acuerdo internacional”.
El Protocolo “es una parte integral del Acuerdo de Retirada y la solución acordada entre el Reino Unido y la UE a los problemas causados por el Brexit para la isla de Irlanda. Ambas partes están legalmente obligadas a cumplir con sus obligaciones en virtud del Acuerdo”, destaca el Ejecutivo comunitario que mantiene una posición conciliadora.
En ese sentido, remarca que el enfoque de Bruselas “sigue siendo la identificación de soluciones prácticas, flexibles y a largo plazo para abordar los problemas relacionados con la implementación práctica del Protocolo que están experimentando los ciudadanos y las empresas en Irlanda del Norte”.
E insiste en que la Comisión “sigue colaborando de forma constructiva con el Reino Unido, en interés de todas las comunidades de Irlanda del Norte”.
Está previsto que el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, visite Irlanda del Norte a finales de esta semana.
“Nuestro enfoque del Protocolo se basa en el logro de la estabilidad, la certeza y la previsibilidad en consonancia con los objetivos del Acuerdo del Viernes Santo (Belfast) y con el fin de proteger el Mercado Único”, mantiene Bruselas.
De esta forma, considera que “las empresas y los ciudadanos de Irlanda del Norte aprovecharán todos los beneficios del Protocolo y, en particular, el acceso al mercado único que ofrece”.
Pese a esta actitud conciliadora, la Comisión “se reserva sus derechos con respecto a los procedimientos de infracción”.
Pero, añade que, en la actualidad, “no pasa a la siguiente etapa del procedimiento de infracción iniciado en marzo del 2021 y no está abriendo ninguna nueva infracción por el momento”.
El pasado marzo, cuando terminaba la primera moratoria para esos controles de entrada hacia Irlanda del Norte, Londres decidió unilateralmente no aplicarlos, lo que llevó a la UE a iniciar una reclamación legal que por ahora está en suspenso.
En junio, ambas partes acordaron una nueva extensión del “periodo de gracia” para tratar de negociar una salida pactada al contencioso que debía llegar hasta octubre.
El secretario de Estado británico para las Relaciones con la UE, David Frost, comunicó la víspera por escrito al Parlamento que el Ejecutivo no tiene planes para comenzar a realizar esos controles, a pesar de que en octubre caduca el último “periodo de gracia” negociado con Bruselas