Las autoridades de la ciudad china de Cantón (sureste) retiraron al endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande la licencia del terreno donde construye un enorme estadio para su equipo de fútbol, según informaciones publicadas en la prensa local del país asiático.
El Estadio Evergrande iba a ser el mayor del mundo construido específicamente para el fútbol, con una capacidad de 100,000 espectadores, superando incluso al Camp Nou de Barcelona, y se estimaba su coste total en unos 12,000 millones de yuanes (US$ 1,878 millones, 1,675 millones de euros).
Las obras comenzaron en abril del 2020 y estaba previsto que finalizaran antes de que terminase el 2022, pero el pasado mes de agosto surgieron informaciones en la prensa china de que Evergrande había suspendido temporalmente los trabajos debido a sus problemas financieros.
El Gobierno de Cantón busca ahora volver a subastar el terreno o esperar a que otra empresa compre el equipo de fútbol, en graves apuros económicos, y también adquiera los derechos sobre la citada parcela.
Según el portal de noticias Sina, el Guangzhou FC -antes denominado Guangzhou Evergrande- no ha pagado a sus jugadores desde el 3 de setiembre, y los futbolistas se están entrenando por su cuenta tras la salida del anterior técnico, el italiano Fabio Cannavaro.
Si ninguna empresa adquiere el terreno, sus derechos irán a parar a mano del Grupo de Construcción e Inversión Urbana de Cantón, una empresa estatal controlada por las autoridades de la ciudad y dedicada a las infraestructuras locales, indicó anoche el portal de noticias económicas Cailian.
Cabe recordar que las leyes chinas contemplan que la propiedad de toda la tierra es de carácter estatal y, por tanto, lo que se vende es el derecho a su uso por un período prorrogable, cuyos máximos oscilan generalmente entre los 40 años de los terrenos comerciales y los 70 para los residenciales.
Las autoridades cantonesas estiman que todavía se necesita una inversión de entre 8,000 y 9,000 millones de yuanes (entre US$ 1,252 millones y US$ 1,409 millones, entre 1,117 y 1,256 millones de euros) para terminar el estadio, mientras que Evergrande ofrece una cifra sensiblemente menor, de unos 6,000 millones de yuanes (US$ 939 millones, 837 millones de euros).
Tras un concurso internacional, el proyecto ganador fue el del arquitecto estadounidense Hasan A. Syed, que proponía dar forma de flor de loto al estadio.
Gracias al apoyo financiero de Evergrande, entre el 2011 y 2017 el Guangzhou ganó todas las ediciones de la Superliga china, dos Copas y dos Ligas de Campeones asiáticas, y tras ese período volvió a ganar una liga y a quedar subcampeón en dos ocasiones.
Sin embargo, en las últimas semanas el equipo ha visto cómo el grifo del dinero se cerraba ante los problemas de Evergrande, que acumula un pasivo superior a los US$ 300,000 millones.