El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, considera que “el euro digital no sería tan anónimo como el efectivo” en caso de que se llegue a emitir.
En una conferencia virtual sobre tecnofinanzas del Banco Popular de China y el Bundesbank, Weidmann ha dicho este martes que para evitar “el blanqueo de dinero o la financiación del terrorismo, las autoridades legítimas deberían poder rastrear transacciones en casos individuales justificados”.
El Banco Central Europeo (BCE) ha lanzado recientemente la fase de investigación de un proyecto de euro digital, que durará 24 meses, en la que se decidirá un diseño que probablemente limite las cantidades máximas en circulación, aunque la decisión sobre la emisión se adoptará en una fase posterior.
Weidmann ha añadido que la pandemia de coronavirus ha cambiado la forma en la que la gente paga y el efectivo puede ya no ser el rey.
Los pagos en metálico en puntos de venta de los consumidores alemanes han bajado al 60% en el 2020 desde el 74% en el 2017, según una encuesta del Bundesbank.
La caída del uso de efectivo es una de las principales razones por las que los bancos centrales consideran emitir sus propias divisas digitales.
Pero un euro digital complementará al efectivo en euros, no lo sustituirá.
Weidmann considera que el euro digital “no debería ser demasiado atractivo” porque podría perturbar el funcionamiento del sistema financiero si se produce una retirada masiva de los depósitos bancarios o si los inversores extranjeros compran muchos euros digitales, lo que podría afectar también al tipo de cambio.
Por ello el BCE ya ha planteado que el límite de euros digitales que podría tener un ciudadano podría ser de 3,000 euros, que es la cantidad media de efectivo en circulación per cápita.
En caso de que un ciudadano tenga más euros, se le podría penalizar también con tasas de interés negativas, de modo que no sea atractivo acumular un exceso de euros digitales.
Weidmann ha recomendado que la mejora de los pagos transfronterizos debería ser un asunto importante en la agenda de los países del G7 durante la presidencia alemana el próximo año.