Las bolsas chinas comenzaron el lunes con alzas después de que las autoridades tomaran una serie de medidas para atraer a los inversionistas de regreso a uno de los mercados de valores con peores resultados del mundo. Pero la mayor parte de las ganancias se esfumaron al final de la sesión, cuando los fondos extranjeros ampliaron lo que se perfila como una salida récord este mes.
La evolución de los precios ilustró una vez más cómo los esfuerzos de China por impulsar sus mercados se ven dificultados por las preocupaciones económicas.
Datos publicados el domingo mostraron que las ganancias industriales cayeron un 6.7% en julio con respecto a igual mes del año anterior, lo que aumenta las señales de que la recuperación ha perdido impulso. Aunque cada vez hay más voces que piden un estímulo más amplio, las autoridades se han abstenido, dada su determinación de alejarse del modelo de crecimiento impulsado por la deuda.
El índice CSI 300 de acciones de China continental cerró con un alza de solo un 1.2% tras haber subido un 5.5% en la apertura en respuesta a las medidas del fin de semana, que incluían el primer recorte del impuesto de timbre desde 2008, así como restricciones a la venta de acciones por parte de los principales accionistas.
“Las medidas adoptadas el pasado fin de semana no son suficientes para frenar la espiral descendente” y su impacto será breve si no van seguidas de medidas de apoyo a la economía real, escribió en una nota Ting Lu, economista jefe para China de Nomura Holdings Inc. “Sin un estímulo político adicional y más agresivo, estas políticas centradas en los mercados de valores por sí solas tienen poco impacto positivo sostenible”.
En la misma línea, Neo Wang, director gerente de investigación sobre China de Evercore ISI con sede en Nueva York, afirmó que no se producirá un cambio de tendencia en el mercado de acciones A a menos que Pekín adopte más medidas “bazuca”, como el paquete de estímulo de 4 billones de yuanes (US$ 548,000 millones) que lanzó en 2008.
Los esfuerzos de Pekín por restablecer la confianza de los inversionistas sugieren que la caída de las acciones chinas ha alcanzado un nivel ante el cual los responsables políticos ya no pueden hacer la vista gorda. A medida que los hogares sufren el efecto de la contracción de la riqueza debido a la crisis inmobiliaria china, la reactivación de los mercados de capital se ha vuelto aún más crucial.
Otras medidas anunciadas el domingo incluyen un recorte de los coeficientes de depósito para la financiación de márgenes, así como la promesa de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China de desacelerar el ritmo de las ofertas públicas iniciales.
Según estimaciones de Huatai Securities, el conjunto de cambios introducidos esta vez aportará al mercado el equivalente a 750,000 millones de yuanes de nuevos fondos al año.
Los operadores bursátiles esperaban medidas más contundentes después de que los recientes esfuerzos de las autoridades no lograran detener la caída del mercado. Las bolsas de valores pidieron a algunos fondos de inversión que evitaran vender acciones en términos netos, según informó Bloomberg News a última hora del lunes, citando a personas que pidieron no ser identificadas por tratarse de información privada.
“La apertura de hoy fue demasiado fuerte, y es comprensible que ese nivel de alboroto lleve a algunas personas a retirarse de la mesa”, dijo Lin Menghan, administrador de fondos de Shanghai Xiejie Asset Management Co. “Las medidas en general abordaron los problemas de salida de capitales y dilución de fondos en el mercado, más que de dónde vendrá la nueva liquidez”.
El índice Hang Seng China Enterprises subió hasta un 4,1% antes de terminar la jornada con un alza del 1.2%. Aunque las ganancias ayudaron a reducir las pérdidas de agosto a menos del 10%, el índice de acciones chinas cotizadas en Hong Kong sigue teniendo uno de los peores desempeños del mundo entre los más de 90 índices de renta variable que analiza Bloomberg. El CSI 300 ha perdido un 6.5% este mes.
Aunque Pekín ha tomado medidas para mejorar la confianza de los mercados, los inversionistas extranjeros parecen estar centrados en la desaceleración económica del país. Los fondos globales vendieron el lunes el equivalente a US$ 1,100 millones en acciones de China continental en términos netos a través de los enlaces comerciales con Hong Kong, según datos recopilados por Bloomberg. En agosto, las salidas superaron los US$ 11,000 millones, lo que podría suponer un récord.
La respuesta del mercado a las medidas de estímulo también es cada vez más moderada. El viernes, la presentación de medidas de estímulo inmobiliario provocó una ola inicial de compras, y el índice de referencia chino CSI 300 revirtió las pérdidas. Sin embargo, el indicador reanudó la caída al cabo de unos 10 minutos y terminó la jornada con un descenso del 0.4%.
Un indicador de los agentes de bolsa de China continental se disparó un 9.7% a primera hora del lunes tras la reducción del impuesto de timbre, pero finalizó la sesión con un alza de solo un 2.2%.
La última vez que China recortó el impuesto de timbre fue en abril de 2008, lo que provocó una subida del 9,3% en el Shanghai Composite en la sesión siguiente. En mayo de 2007, las autoridades elevaron el impuesto al 0.3% para frenar un repunte que atraía a más de 300,000 nuevos inversionistas al día.
El recorte del impuesto “muestra la urgencia de que los responsables de las políticas cambien el sentimiento del mercado, pero la última vez esto fue seguido de un estímulo masivo, lo que puede no ser el caso esta vez”, sostuvo Marvin Chen, analista de Bloomberg Intelligence. “La clave para una revalorización sostenida sigue siendo revertir el impulso del crecimiento económico, y se necesitará más apoyo político”.
El rendimiento de los bonos gubernamentales a 10 años de China subió dos puntos básicos el lunes, después de haber aumentado anteriormente cinco puntos básicos, debido a las apuestas de que algunos inversionistas probablemente pasarían de los bonos a las acciones. El yuan extraterritorial ganó hasta un 0.3% antes de caer.