La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunció que la institución está dispuesta a aumentar los estímulos monetarios puestos en marcha para apoyar la recuperación de la economía de la eurozona e, incluso, a recortar aún más los tipos de interés, que ya están en negativo.
En una entrevista con The Wall Street Journal, Lagarde ha considerado que la recuperación económica de Europa parece “un poco más inestable” que hace unas semanas ante la segunda ola de infecciones en países como Francia y España.
El BCE calcula que la economía no recuperará los niveles previos al COVID-19 hasta finales del 2022 y que los bancos centrales del mundo tendrán que seguir poniendo en marcha estímulos para apoyar el gasto público.
En este sentido, ha afirmado que la institución que preside está dispuesta “a utilizar todas las herramientas que den los resultados más eficaces, eficientes y proporcionados”.
El BCE se ha resistido hasta ahora a recortar los tipos de interés de los depósitos y ahondarlos más en el terreno negativo este año. El tipo de interés de los depósitos del BCE se sitúa actualmente en -0.5%.
Otros importantes bancos centrales, como la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, también han evitado situar sus tipos de interés por debajo de cero para combatir la crisis.
Las instituciones financieras llevan tiempo quejándose de que los tipos negativos del BCE están provocando una reducción de sus beneficios, dado que, en general, no han podido trasladarlos a los clientes.
Lagarde ha admitido que el BCE considera que otras herramientas de política monetaria son más eficaces que un recorte de tipos. Pero ha dejado claro que la institución cree que todavía no ha llegado el momento en que un recorte de tipos sea más perjudicial que beneficioso.
“Estamos dispuestos a abordar la situación según se vaya desarrollando, y a calibrar y recalibrar lo que deba calibrarse o recalibrarse cuando sea necesario”, ha señalado Lagarde.
Un efecto positivo de un recorte de tipos, según los economistas, es que frenaría el valor del euro, que se ha disparado frente al dólar durante los últimos meses.
Por último, Lagarde ha indicado que las medidas adoptadas este año por los gobiernos para apoyar a sus economías, por medio de masivos planes de gasto, han ayudado a reducir la presión sobre los bancos centrales.