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Han pasado cuatro meses desde que cesaron las protestas que mantuvieron paralizadas las actividades de diversas unidades mineras en el sur del país, pero lo que aún continúa es la invasión de mineros ilegales en instalaciones de propiedad de mina Las Bambas.
Esta última situación la dio a conocer Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), a Gestión, en referencia al denominado Tajo Chalcobamba, ubicado a 4 kilómetros al noroeste de la mina Las Bambas, en la región Apurímac.
El proyecto Las Bambas (de US$10,000 millones), que se puso en marcha el 2016, comprende el desarrollo de tres tajos o canteras a explotar a cielo abierto para la extracción de cobre: los tajos Ferrobamba, Chalcobamba y Sulfobamba, que explotaría en los 18 años de vida del proyecto.
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Invasión continúa
En febrero de este año, si bien el Minem anunció que el corredor minero del sur ya había sido liberado de los bloqueos a esa y otras minas, no mencionó que seguía la ocupación del tajo Chalcobamba.
Fuentes allegadas a la empresa minera Las Bambas refirieron que la ocupación ilegal de dicha zona continúa hasta ahora, y a pesar de que se instalaron mesas de diálogo con la comunidad de Huancuire, el problema no se ha resuelto.
En tal sentido, el presidente de la SNMPE invocó al Ejecutivo a que libere la zona ocupada por mineros ilegales. “El tajo Chalcobamba es un ejemplo de eso la empresa privada tiene la intención de desarrollar proyectos, pero necesitamos del Estado, que acompaña ese esfuerzo y logre liberar esa zona ocupada de manera ilegal por esos mineros ilegales”, insistió.
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Cadena ilegal
Gobitz indicó que esos mineros ilegales están llevando el cobre que extraen de la zona a alguna planta (para su procesamiento), lo cual -dijo- indica que hay una cadena productiva ilegal, que corresponde resolver al Estado y no al sector privado.
En general, el presidente de la SNMPE remarcó que el Perú tiene que resolver internamente los problemas que inciden en que el portafolio de proyectos no se desarrolle, pues el cambio de la matriz energética mundial (que involucra un mayor uso de cobre) es una oportunidad excepcionalmente buena para el país en términos de mejor cotización de ese metal.
La producción
Desde un inicio, el plan de la Empresa Minera Las Bambas (que opera la mina), era alcanzar una producción anual aproximada de 400 mil toneladas métricas finas (TMF) de cobre, lo cual superó los años 2017 y 2018, con la explotación del tajo Ferrobamba, lo que colocó a esa mina como la segunda productora nacional del metal rojo en el país.
Sin embargo, en los años siguientes y hasta ahora, la producción en ese tajo ha ido decayendo año tras año, cerrando el 2022 con solo 254,838 TMF, lo que le hizo retroceder del segundo lugar que ocupaba, al cuarto lugar como principal extractor de ese mineral.
De enero a abril del 2023, la extracción cuprífera de Las Bambas (con 92,890 TMF), la ubicaba aún en el cuarto lugar como productor, superado por Southern, Antamina y Cerro Verde.
Inversiones
Sus inversiones en los primeros cuatro meses de este año se contrajeron en -55%, con sólo US$27,3 millones, frente a los US$60,000 de igual periodo del 2022.
Ante la caída de su producción, MMG contaba con poner en marcha el 2023 el proyecto del tajo Chalcobamba, con una inversión de US$527 millones, para lo cual obtuvo los permisos del Minem, y con el cual aspiraba a poder recuperar los niveles de producción esperados (400 mil TMF).
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Sin embargo, ese proyecto quedó trunco, luego que en abril del 2022 la zona fuera invadida por pobladores de la comunidad de Huancuire, que cerraron los accesos al lugar usando maquinaria pesada y camiones. Luego el área fue invadida por mineros ilegales.
Esa situación se produjo, a pesar de que la compañía había invertido más de S/232 millones en Huancuire, en la adquisición de terrenos y la ejecución de proyectos y compromisos sociales.
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