El gobierno peruano aún espera la autorización de Estados Unidos y China para exportar pitahaya, dos destinos con potencial de mercado, sin embargo, aún está pendiente resolver temas como un mayor control de plagas, mejorar la técnica de riego y tener mayor conocimiento del fruto también conocido como “fruta del dragón”, afirmó la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP).
“China consume pitahaya en gran cantidad, más aún en épocas festivas como el año nuevo chino y Estados Unidos que concentra la mayor comunidad asiática. Conocer para cuando se finalicen las negociaciones es difícil, depende también del esfuerzo del gobierno para ir abriendo el mercado”, refirió el director ejecutivo de AGAP, Gabriel Amaro.
Mantener un control de plagas es lo primordial, una de las más perjudiciales es la llamada “anómala”, que aparece al iniciar la floración del cultivo, manifestó.
La flor de la pitahaya se abre durante las noches, momento en el que los insectos aprovechan para ingresar y con el tiempo la flor termina por desechar el fruto. Si no se controla a tiempo, se puede perder gran cantidad del cultivo, por lo que es necesario implementar protocolos fitosanitarios.
Hasta el momento, Perú exporta pitahaya fresca principalmente a Países Bajos (50%), Aruba (30%), España (8%) y otros países como Francia y Canadá que ocupan el 12% de los envíos.
Según información del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), existen otros destinos de exportación como Taiwán y Corea del Sur, donde se exporta pulpa deshidratada.
Las cifras actuales de exportación reflejan el aún poco avance de la pitahaya peruana en los mercados externos. En el 2019 se exportó por US$ 60,000, en el 2020 se tuvo una caída de más de 88% por efecto de la pandemia y la paralización de las exportaciones, siendo por un total de US$ 6,600.
Hasta agosto de este año, Amaro refiere que se ha exportado por US$ 6,200, logrando por lo menos alcanzar el resultado del 2020.
Se estima que en el país existen 680 hectáreas de pitahaya con potencial de expansión y los principales lugares de cultivo están en Amazonas, San Martín, Junín, Piura y Lambayeque con una producción de entre 10 y 16 toneladas por hectárea.
Según Amaro, los cultivos ubicados en la costa del país son los que producen menos pitahaya por dos factores: efectos del clima y poco manejo y conocimiento de los cultivos.
Debido a su potencial de crecimiento, algunos productores comercializan esquejes de pitahaya de hasta seis tipos de variedades, la más conocida es la American Beauty. Esta variedad tuvo complicaciones en un inicio para su plantación en la selva puesto que es más sensible a la radiación solar.
El costo de producción es de más de US$ 46,000, precio que incluye el riego tecnificado, sistema de conducción, plantación de los esquejes y el costo de insumos a implementar durante la floración.
Consumo interno escaso
Debido al poco conocimiento de este fruto, el precio de la pitahaya en el mercado interno es elevado frente a otros frutos, entre S/ 10 y S/ 15 el kilo dependiendo de su estacionalidad que va desde abril hasta junio y continua de setiembre a noviembre. Sin embargo, en algunos mercados de Piura esta fruta costaba en el 2020 entre S/ 22 y S/ 25 el kilo, según información del Midagri.
“Se debe promover el consumo de la pitahaya no solo por ser una fruta exótica, sino también por su alto contenido de vitamina C y propiedades benéficas para la salud”, subrayó Amaro.