La deuda como porcentaje del producto bruto interno registró en el 2021 la mayor caída en siete décadas, pero los responsables de la política monetaria siguen enfrentando desafíos porque el endeudamiento se mantiene por encima de los niveles anteriores a la pandemia de COVID, dijo el Fondo Monetario Internacional.
Mientras que la deuda pública y privada total alcanzó un récord de US$ 235 billones el año pasado, se desplomó cuando se expresa como porcentaje de la producción económica, que se recuperó el año pasado después de la fuerte recesión vinculada al COVID-19 de 2020, señaló el Fondo el lunes en un blog que acompaña la última actualización de su base de datos sobre la deuda mundial.
La deuda total cayó al 247% del producto bruto interno (PBI) mundial el año pasado, según datos del FMI, 10 puntos porcentuales menos que en el 2020, pero sigue siendo la segunda cifra más alta de la historia.
Los datos muestran cómo muchos países todavía se están recuperando de las consecuencias de la pandemia: la deuda se disparó en 2020 debido a la recesión económica, y también lo hicieron los déficits a medida que los Gobiernos brindaban ayuda financiera a personas y empresas. A medida que las economías se abrían, la inflación se disparó porque la oferta no podía satisfacer la demanda, mientras que los costos de los alimentos y la energía aumentaron debido a la guerra y a las presiones climáticas.
El repunte económico del 2021 y el calor de la inflación redujeron la deuda en más de 10 puntos porcentuales del PBI en Brasil, Canadá, India y Estados Unidos, pero la deuda real disminuyó menos, debido a las necesidades de financiamiento de los Gobiernos y el sector privado, señaló el Fondo.
El apoyo del crecimiento está a punto de desvanecerse: los cálculos del FMI muestran que alrededor de un tercio de la economía mundial tendrá al menos dos trimestres consecutivos de contracción este año y el próximo, y que la pérdida de producción hasta el 2026 será de US$4 billones.
El aumento de los precios ha obligado a los bancos centrales de todo el mundo a endurecer su política monetaria, y la postura agresiva de la Reserva Federal ha fortalecido al dólar frente a muchas divisas.
“Gestionar los altos niveles de deuda será cada vez más difícil si las perspectivas económicas siguen deteriorándose y los costos de endeudamiento aumentan aún más”, señalaron en el blog Vitor Gaspar, Paulo Medas y Roberto Perrelli, altos funcionarios del departamento de asuntos fiscales del FMI.
“El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento y el endurecimiento de la política monetaria exigen prudencia en la gestión de la deuda y la conducción de la política fiscal”, señalaron.
La caída fue más pronunciada en las economías avanzadas, donde la deuda disminuyó un 5% del PBI el año pasado, revirtiendo así alrededor de un tercio del aumento observado en el 2020, según el Fondo.
Pero en los países en desarrollo de bajos ingresos, los índices de deuda total aumentaron en 2021, impulsados por los saldos privados pendientes.
La deuda pública mundial cayó cuatro puntos porcentuales, el mayor retroceso en décadas, hasta en 96% del PBI, señaló el FMI.
La deuda privada global, que incluye las obligaciones de las empresas no financieras y los hogares, lideró la caída, con un descenso de seis puntos porcentuales al 153.5% del PBI, dijo el Fondo.