Con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Tesoro Público, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), gestionó más de US$ 107 millones para incrementar proyectos de investigación e innovación que impulsarán el desarrollo agrario en las regiones de Lambayeque, Cajamarca, Junín, Cusco, Puno y San Martín.
Con este monto de inversión, el INIA fortalecerá a seis Estaciones Experimentales Agrarias (EEA) dentro del proyecto “Mejoramiento de la red de servicios de Innovación, Transferencia tecnológica y Extensión Tecnológica”. Esto permitirá incrementar la generación de tecnologías que puedan atender la demanda directa de 92,160 productores agropecuarios.
El jefe de la entidad, Jorge Ganoza Roncal, remarcó que el proyecto dirige sus recursos a los productores de cultivos y crianzas con el objetivo de mejorar sus niveles de productividad y competitividad, fortalecer el grupo de agricultura familiar, organizaciones, cooperativas, comité de regantes u otra forma de organización vinculada a la actividad agropecuaria.
Para ello, aseveró que el mejoramiento de las EEA se enfocará en fortalecer las condiciones del servicio de innovación mediante la implementación de infraestructura como la construcción de laboratorios, invernaderos, viveros, módulos de investigación en cuyes, almacenes de semillas, así como la adquisición de más de 7,000 equipos agrarios, tecnológicos, entre otros.
LEA TAMBIÉN: Perú escala en mercado mundial del cacao, ¿alza de precios endulzará envíos de 2025?
Dijo que, además, se implementarán modelos tecnológicos para la extensión y transferencia de tecnologías agrarias, con el fin de que los productores puedan fortalecer sus principales cadenas de valor con un enfoque agroexportador. Añadió que se incrementarán actividades de asistencia técnica en las diversas comunidades campesinas de las regiones en mención.
Entre las acciones figura también la construcción de centros de formación agraria en cada EEA enfocadas en los pequeños y medianos productores, así como programas de capacitación para los investigadores del INIA con el fin de que se pueda fortalecer las tecnologías agrarias en favor del agricultor.
Para la ejecución del proyecto, el INIA articulará una organización central vinculada por las EEA priorizadas y que estará en estrecha relación con las direcciones de Gestión de la Innovación Agraria, Recursos Genéticos y Biotecnología, Desarrollo Tecnológico Agrario y de Supervisión y Monitoreo de las Estaciones Experimentales Agrarias.
De esta forma, el proyecto propone el desarrollo de la actividad agraria bajo un sistema de modelo circular, donde la implementación del servicio de la extensión tecnológica es pieza clave para la identificación de la problemática y necesidad del productor nacional en su actividad económica.
“Buscamos incorporar tecnologías modernas de investigación que permitan consolidar el desarrollo económico del productor a través de cultivos con alta calidad genética, semillas certificadas, así como una ganadería sostenible y competitividad para los diversos mercados”, sostuvo Ganoza Roncal.