Al postularse para ser uno de los primeros trabajadores en Walt Disney World, el bachiller George Kalogridis tomó una decisión en una fracción de segundo que cambió el rumbo de su vida: eligió una sala donde estaban contratando a posibles trabajadores de hotel.
Chuck Milam escuchó sobre una vacante de un ejecutivo de Disney en cuya casa trabajaba como jardinero. Earliene Anderson saltó ante la oportunidad de poder trabajar en un nuevo parque temático de Disney en Florida, después de haberse enamorado de la belleza de Disneyland en California durante un viaje dos años antes.
Los tres estuvieron entre los primeros 6,000 empleados que abrieron Magic Kingdom en Disney World al público por primera vez el 1 de octubre de 1971. Ahora están entre cerca de 25 que comenzaron ese día y que siguen trabajando en el parque temático, que celebra el viernes su 50 aniversario.
A lo largo de esas décadas, Disney World abrió otros tres parques temáticos, más de veinte hoteles y creció hasta tener 77,000 empleados en su nómina, además de ayudar a Orlando a convertirse en el sitio más visitado de Estados Unidos antes de la pandemia.
Lo que nunca cambió fue la devoción de los trabajadores originales por el polvo de hadas, la máquina de sueños creada por Walt Disney y su equipo creativo.
“Disney ha sido mi amor, y lo sigue siendo”, dijo Anderson recientemente antes de comenzar su turno en la tienda de un hotel de Magic Kingdom. “Amo a Disney”.
Los empleados del club de los 50 años dicen que el parque les ha permitido desarrollarse profesionalmente y probar distintas funciones. Kalogridis ascendió hasta convertirse en presidente de Walt Disney World y Disneyland en California. Milam pasó de trabajador de bodega a comprador de refacciones para las atracciones y espectáculos en vivo.
Forrest Bahruth se unió al equipo de Disney World en enero de 1971 como director de espectáculos, responsable de montar y coreografiar desfiles y shows. También tuvo la oportunidad de ayudar a abrir otros parques de diversiones de Disney en distintos países.
“Hay gente en todo el mundo que se levanta a trabajar y no está feliz. Realmente no les gustan sus trabajos”, dijo Bahruth. “Como puedes ver en nosotros, tenemos entusiasmo. Somos privilegiados de estar en un lugar en el que amamos lo que hacemos”.
Hace 50 años no había garantía de que Disney World iba a ser un éxito. Walt Disney, el animador pionero y empresario que lleva el nombre de este centro turístico en Florida, había muerto en 1966, apenas un año después de anunciar los planes para “un Disneyland de la costa este”. La empresa había adquirido discretamente 11,000 hectáreas (27,000 acres) de terreno a las afueras de Orlando por unos US$ 5 millones usando nombres falsos y empresas de pantalla.
La labor de guiar el proyecto hasta su inauguración recayó en su hermano, Roy Disney, quien junto a otros ejecutivos de la empresa convenció a la legislatura de Florida para crear una agencia cuasi gubernamental que le permitiera a Disney autogobernarse en asuntos de infraestructura y planeación. Roy murió casi tres meses después de que Disney World se inauguró.
Apenas semanas antes de abrir sus puertas, la construcción de Magic Kingdom era un caos controlado. Y parecía imposible que pudiera estar a tiempo.
“Era como un ejército de hormigas. Todo estaba en construcción. Los interiores se estaban armando. Los techos se estaban colocando”, dijo Bahruth. “Había que pintar, hacer jardinería. Las cosas llegaban al momento, había camiones yendo por todas partes”.
Bahruth ensayó con los artistas la coreografía del desfile en Main Street, que atraviesa el centro de Magic Kingdom y se parece a un pequeño pueblo de principios del siglo XX de la infancia de Walt Disney. A pesar de que era un garrotero, Kalogridis fue elegido para poner césped afuera del hotel donde trabajaba horas antes de la gran inauguración de Disney World.
Dos cosas de ese día han quedado grabadas en las memorias de los viejos empleados. La primera es la fotografía, una imagen en la que miles de trabajadores de Disney World están de pie frente al emblemático castillo de la Cenicienta, con Mickey Mouse y otros personajes tomados de la mano al frente. Dos semanas más tarde fue incluida en la portada de la revista Life.
“Trajeron a todos los personajes, los colocaron primero y después trataron de mantener a todos los trabajadores unidos de acuerdo al color de sus uniformes”, dijo Milam. “Si eras de Fantasyland y en amarillo, ibas allá”.
Lo segundo fue el desfile, con una banda de marcha de 1,076 miembros dirigida por Meredith Willson, la compositora del show de Broadway “The Music Man”. Había 4,000 empleados de Disney marchando en el parque temático, un coro enorme y trompetistas de la Banda del Ejército de Estados Unidos.
Cientos de palomas blancas fueron liberadas y, aunque menos ecológico, también se lanzaron miles de globos multicolor. “Era lo más grande que había visto en mi vida”, dijo Bahruth.
Sólo llegaron unos 10,000 visitantes ese primer día, lo que en el parque actual representaría 90 minutos de ingreso de visitantes. No fue sino hasta el Día de Acción de Gracias de 1971, casi tres meses después, cuando los ejecutivos de Disney tuvieron una respuesta sobre si su nuevo parque sería un éxito: autos que trataban de entrar a Magic Kingdom se formaron por kilómetros (millas) sobre una carretera interestatal.
“Quedó muy claro después de ese primer Día de Acción de Gracias que al público definitivamente le gustaba lo que estábamos haciendo. Ese primer Día de Acción de Gracias, ese fue el momento”, declaró Kalogridis.