El presidente de Amazon, Andy Jassy, cuya empresa despedirá alrededor de 10,000 trabajadores en los próximos meses, aseguró este miércoles que hace un año no preveía que la situación de la economía sería tan incierta, e insistió en su rechazo a la creación de sindicatos en sus instalaciones.
“En estas fechas del año pasado, parecía que estábamos saliendo de la pandemia, luego sobrevino ómicron y la guerra en Ucrania y el entorno inflacionario en el que estamos, y ahora (hay) una economía muy incierta”, aseguró Jassy para justificar las inversiones en infraestructura y capital humano que la compañía realizó entonces.
En un evento organizado por el diario The New York Times, Jassy indicó que el negocio de ventas al por menor aumentó en el 2020 un 39% o US$ 245,000 millones, lo que supuso un crecimiento “sin precedentes” que llevó a Amazon a apostar por el crecimiento, lo que incluyó la construcción de siete centros.
Ahora, la compañía intenta adaptarse y adelantarse a los nuevos hábitos de los consumidores, quienes según él “se piensan mucho cómo gastan su dinero” y se enfocan más en las ofertas.
Estas declaraciones coinciden con el anuncio del gigante de las ventas por internet de que acaba de lograr un récord de ventas durante los cinco días de fiebre consumista en torno al conocido Black Friday, aunque sin ofrecer cifras al respecto.
En un comunicado, Amazon se limitó a señalar que ha generado más de US$ 1,000 millones en ventas para las pequeñas empresas en Estados Unidos que proveen bienes en su catálogo.
Por otro lado, Jassy volvió a insistir en su rechazo a la creación de sindicatos, en referencia al movimiento obrero surgido en la compañía y que hasta el momento solo ha hecho real en uno de sus grandes almacenes de Nueva York.
“Lo que les decimos a nuestros empleados (...) es que creemos que están mejor sin un sindicato por varias razones. Una es que tratamos de contratar personas a las que empoderamos si encuentran formas de mejorar la experiencia de los clientes o la de sus compañeros”, dijo el máximo ejecutivo de Amazon, que defendió que, sin sindicatos, la relación con los directivos es más directa y menos burocrática.
Asimismo, Jassy subrayó que “lo cierto es que los empleados pueden elegir, siempre han tenido la opción y no depende de nosotros. Depende de ellos”. Unas declaraciones que contradicen una reciente sentencia judicial que ordenó al gigante minorista que deje de tomar represalias contra los trabajadores involucrados en actividades de organización sindical.
Preguntado sobre si esta decisión judicial cambiará la manera en la que Amazon interactúa con sus empleados, Jassy dijo que no y agregó que dicho proceso judicial todavía no ha terminado.