El director ejecutivo de Tesla Inc., Elon Musk, vendió US$ 5,000 millones en acciones del fabricante de automóviles eléctricos, poco después de alimentar un debate en las redes sociales sobre el tratamiento fiscal de las participaciones accionarias de los multimillonarios.
La persona más rica del mundo se ha desprendido de más de 4.5 millones de acciones en lo que va de la semana, según registros regulatorios. Las ventas han sido las primeras que realiza en más de cinco años.
Musk, que con frecuencia aviva la polémica en Twitter, creó una tormenta de fuego el fin de semana con una encuesta en la que se preguntaba si debía vender parte de su participación en Tesla.
Aunque presentó su propuesta como si tuviera que ver con el debate sobre la evasión de impuestos de los ultrarricos, las presentaciones publicadas el miércoles muestran que algunas de las transacciones fueron acordadas previamente a mediados de septiembre, semanas antes de la encuesta. Tampoco mencionó en los tuits que tiene millones de opciones sobre acciones que deben ejercerse antes de agosto del próximo año, cuando vencen.
La encuesta dio como resultado un voto decisivo a favor de la venta de Musk e hizo que las acciones de Tesla cayeran un 16% en los dos primeros días de la semana. La acción redujo los descensos el miércoles, cerrando con un alza del 4.3%, mientras que llegó a subir 2.2% a US$ 1,091.53 temprano en Nueva York.
El lunes, Musk vendió alrededor de US$ 1,100 millones en acciones para pagar los impuestos sobre la renta de las opciones sobre acciones que también ejerció ese día, según muestran dos de las presentaciones. El martes y miércoles, realizó el resto de las ventas. Los documentos que detallan esas ventas no indicaron que hayan sido planificadas con anticipación.
Los documentos no aclaran si la encuesta de Musk en Twitter del fin de semana tuvo alguna relación con su decisión de realizar algunas o todas las transacciones, o si seguirá vendiendo hasta que haya alcanzado el umbral del 10%. Para conseguirlo, tendría que deshacerse de unos 17 millones de acciones, e incluso más si también incluye las opciones ejercitables en sus posiciones accionarias totales.
Las opciones que Musk ejerció provienen de una gran adjudicación que recibió en el 2012. Los impuestos sobre este tipo de transacciones generalmente se cubren enajenando inmediatamente parte de las acciones recién adquiridas. A principios de este año, Musk dijo públicamente que probablemente ejercería las opciones que obtuvo de la adjudicación del 2012 en un futuro próximo.
Es posible que los ejercicios de opciones y las ventas relacionadas se hubieran ejecutado independientemente del resultado de la encuesta, dado que se hicieron bajo el plan preestablecido. Pero los términos de dichos planes no están sujetos a divulgación pública y los ejecutivos tienen un amplio margen de maniobra para cancelarlos o modificarlos en cualquier momento.
Las presentaciones regulatorias muestran que el multimillonario todavía tiene 21.6 millones de opciones ejercitables restantes de la adjudicación del 2012, todas las cuales deberán ejercerse en algún momento antes de agosto del próximo año, o expirarán.
La encuesta de Twitter, que acaparó los titulares, hizo caer las acciones de Tesla el lunes y martes, borrando US$ 50,000 millones del patrimonio neto de Musk.
El multimillonario vendió acciones por última vez en 2016, cuando ejerció opciones y liquidó parte de las acciones recién adquiridas para cubrir alrededor de US$ 590 millones de impuestos sobre la renta.
En su anuncio de la encuesta del 6 de noviembre, Musk escribió que “últimamente se habla mucho de que las ganancias no realizadas son una forma de evadir impuestos, así que propongo vender el 10% de mis acciones de Tesla”. Casi el 58% de los 3.5 millones de votos fueron emitidos a favor de una venta.
La fortuna de Musk, de 50 años, está valorada en casi US$ 300,000 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.