El grupo británico de ingeniería petrolera Petrofac se declaró culpable de haber permitido la utilización de sobornos para conseguir lucrativos contratos en Oriente Medio y fue multado con 77 millones de libras (US$ 105 millones, 90 millones de euros).
Un exejecutivo de la empresa, David Lufkin, exjefe mundial de ventas de 53 años, que admitió haber ofrecido US$ 81 millones en sobornos, fue condenado dos años de cárcel, pero su pena fue suspendida gracias a su colaboración con los investigadores.
Lufkin se declaró culpable de 14 cargos de soborno relacionados con contratos por valor de unos US$ 8,400 millones durante seis años.
“Es indudable que Petrofac no se habría declarado culpable si usted no hubiera prestado la cooperación que prestó”, afirmó la jueza Deborah Taylor.
Petrofac admitió siete cargos por no haber evitado los sobornos entre octubre del 2011 y mayo del 2017. Taylor condenó al grupo a pagar una multa de 47.2 millones de libras, dictó una orden de confiscación en su contra de 22.8 millones de libras y le ordenó cubrir 7 millones de libras en costas judiciales.
“La corrupción en este caso es sistemática, seria y grave”, añadió la juez.
Lufkin, que trabajaba en los Emiratos Árabes Unidos, era responsable de negociar y pagar sobornos a agentes corruptos.
Entre los contratos conseguidos mediante sobornos figuraba un acuerdo de US$ 341 millones con la empresa energética rusa Gazprom en Irak, y otro en el que se presentaron facturas falsas de una flota inexistente de vehículos Toyota Land Cruiser para pagar los sobornos.
Petrofac, que en su día contó con el apoyo de los ex primeros ministros David Cameron y Theresa May, es uno de los mayores proveedores de servicios a productores de petróleo y gas del mundo.
Su presidente, Rene Medori, afirmó que esta sentencia “pone punto final a un período lamentable de nuestra historia”. “Hemos asumido la responsabilidad, reformado y aprendido de estos errores del pasado”.