Se estima que al menos diez millones de peruanos tienen acceso a Netflix de alguna forma: siendo titular, a través del préstamo o alquilando la cuenta. Pero esto podría cambiar. La plataforma de streaming informó que comenzará un plan piloto que se aplicará en Chile, Costa Rica y Perú con el objetivo de restringir que las contraseñas de las cuentas se compartan fuera del hogar.
¿Es una sorpresa? No tanto. Basta una lectura a los Términos de Uso de Netflix para aclarar unos puntos. Así, en el 4.2 del documento, la plataforma precisa que “el servicio y todo el contenido al que se accede en él son solo para uso personal, no comercial, y no debe compartirse con personas que no sean miembros de su hogar”.
Y en el punto 5 -sobre contraseñas y acceso a la cuenta- agrega que “para mantener el control sobre la cuenta y evitar que alguien acceda al mismo, el Titular de la cuenta debería mantener el control sobre los dispositivos listos para Netflix que se utilizan para acceder al servicio y no revelar a nadie la contraseña ni la información de la Forma de pago asociada con la cuenta”.
La empresa estadounidense también menciona que “las cuentas de Netflix están pensadas para personas que viven juntas en el mismo hogar”. Por eso, en las próximas semanas -como parte de su plan piloto- si el titular quiere agregar miembros extras (que vivan fuera del hogar) deberá pagar S/ 7.9 adicionales al mes.
“El anuncio de Netflix refleja cierta presión para respetar estos términos de uso porque de alguna manera están afectando su principal negocio: la suscripción”, señala Kevin Salazar, docente de Marketing Digital, UX y TI del Instituto Cibertec, quien afirma que la propuesta de la plataforma afectará también a los usuarios titulares.
¿Podré usar Netflix fuera del hogar?
En su página web, Netflix menciona que utiliza información como direcciones IP (Protocolo de Internet), Id. de dispositivo y actividad de la cuenta de los dispositivos registrados para detectar qué dispositivos están dentro del hogar; aunque aún no ha detallado qué tipo de información usará para su plan piloto.
No obstante, si fuera a través del IP central de la vivienda del titular, Salazar menciona que cuando el usuario viaje o se mude a una casa de playa por ejemplo, “va a tener restricciones”. “Lamentablemente estará parametrizado a solamente seleccionar una IP que sería la central de su domicilio principal. Si va a querer la cuenta tendría que adquirir el nuevo servicio de miembro extra para contar con una cuenta propia”, explica.
Sin embargo, solo el 15% de las direcciones IP de los hogares son estáticos, menciona Erick Iriarte, abogado especialista en derecho tecnológico. Según su análisis, la manera más óptima de que Netflix aplique su propuesta es identificando patrones de uso. “Si se detecta que hay más usuarios en la plataforma de manera simultánea o ingresa un dispositivo de manera inusual podría restringir el acceso”, señala.
Los especialistas coinciden en que debe ser la plataforma la que dé más información. Al respecto, Mariano Tapia, fundador en Asociación Peruana de Deportes Electrónicos y Videojuegos, recordó que el aplicativo puede tomarse este tipo de atribuciones y notificar con por lo menos 30 días de anticipación a sus usuarios.
“Netflix tiene el soporte de atención adecuado para atender al usuario, quien mejor que ellos para absolver dudas de un usuario que tiene miembros de su familia que por trabajo o estudios viajan permanentemente. Y si el usuario no se siente satisfecho, puede darse de baja, adquirir un plan más económico o consumir otro producto”, anotó.
Recomendaciones
La propagación de anuncios de alquiler de cuentas de Netflix y otras plataformas se ha expandido en casi todas las principales ciudades del país. No es raro ver un aviso en algún paradero. Sin embargo, pueden exponer a la ciudadanía a peligros, advierten los expertos.
Tanto Tapia como Salazar mencionan que dichas cuentas -en su mayoría- pueden ser utilizados por delincuentes cibernéticos que al no poder usar directamente el dinero retirado de una cuenta robada compran productos a través del internet o adquieren paquetes de streaming por un año que luego alquilan. Otros simplemente pueden obligar al usuario a hacer un paso adelantado por el alquiler de la cuenta y luego darle de baja al poco tiempo. Asimismo, podrían estar expuestos al robo de información, entre otros.