Víctor Gobitz acaba de ser elegido presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP). Le tocó recibir el encargo en uno de los momentos más complejos para el país. Los planes con los que el también CEO de Minas Buenaventura llegó al cargo ahora parecen variar hacia el objetivo de poner progresivamente a operar esta industria.
¿Cuáles son los principales lineamientos que se implementarán en la nueva gestión?
Nuestra gestión se basará en cuatro pilares estratégicos. Los dos primeros serán seguir incorporando a más jóvenes profesionales a nuestra institución, y enlazar a la mayor cantidad de profesionales en ejercicio en los próximos años. Vamos a continuar con el financiamiento de becas integrales, bianuales para los mejores talentos y el afianzamiento del programa de mentoring, esta vez con la participación de CEO de las principales empresas mineras.
¿Qué viene luego?
Como tercer pilar, se brindará una mayor atención a los asociados senior, a través de iniciativas como la creación de un programa de salud preventiva y la consolidación de convenios con fines de esparcimiento e integración. Un cuarto pilar se enfoca en el fortalecimiento de nuestra institución como líder de opinión y promoción de nuestra industria, así como también en proponer soluciones sobre temas vigentes de nuestra agenda minera (gestión territorial, en competitividad, minería no formal, etcétera).
¿Cuál es el principal impacto que ha tenido la suspensión de actividades en el sector?
El principal impacto se ha dado a nivel de la producción de minerales, la caída es mayor al 80% del total en las últimas tres semanas. Las empresas mineras formales han cesado su producción y han ido evacuando a la gran mayoría de sus trabajadores, dejando en cada operación solo al personal indispensable para asegurar un nivel de funcionamiento técnico mínimo requerido.
¿Cuál es la tarea de este personal indispensable?
Nuestra industria, por su naturaleza, es distinta a las demás, debido a que maneja aguas ácidas, canchas de relaves y otros complementos que, si son descuidados, pueden originar daños irreparables al entorno.
¿Hay algún impacto más allá de la propia producción?
Esta suspensión también ha afectado de manera significativa a nuestros proveedores y contratistas, muchos de ellos locales, los cuales dependen del dinamismo de nuestra industria.
¿En cuánto tiempo calcula que se recuperará la producción?
Ello dependerá del levantamiento de la cuarentena por parte del Gobierno. Deberíamos ver la recuperación de la plena producción en el tercer trimestre de este año. Es decir, los meses de mayo y junio serían de recuperación progresiva.
El sector busca reducir costos, ¿cuáles serán las áreas más sensibles?
Es muy probable que todos los proyectos de crecimiento se reevalúen ante un deterioro en los precios de los metales en el corto plazo.
A nivel macro, ¿qué tan probable ve que algún proyecto vea la luz este año?
Considero que las inversiones greenfield de proyectos mineros como Quellaveco (Anglo American) y Mina Justa (Marcobre) continuarán sus respectivas construcciones. Así también algunos proyectos brownfield de expansión marginal u optimización harán lo propio para avanzar en la medida de sus posibilidades.
¿Cree que el principal impacto de la coyuntura estará en la exploración?
Las empresas en producción mantendrán el ritmo de exploraciones para reponer sus reservas, y tendrán la solvencia financiera para continuar con sus proyectos de exploración más auspiciosos. Sin embargo, las que más sufrirán serán las empresas mineras junior, que tendrán una mayor dificultad para mantenerse en curso.
¿Considera que el principal impacto se sentirá este o el próximo año?
El principal impacto en nuestra economía se verá en el 2020, año en el que caerá 4.7%, según las previsiones del Banco Mundial. Ello debido a que China, nuestro principal comprador de materias primas, y los demás países asiáticos están saliendo progresivamente de esta crisis sin precedentes. En el caso de los países europeos, si bien están estabilizando la curva de contagio del covid-19, no se extenderán de los efectos de esta pandemia, lo cual también nos impactará de algún modo.
El IIMP es muy activo en actividades académicas. ¿Cómo pretenden mantenerlas bajo las normas sanitarias en medio de la pandemia?
El IIMP cuenta desde hace varios años con la logística necesaria para transmitir espacios de debate, como el tradicional Jueves Minero, que nos ha permitido llevar conocimiento referente al sector minero a nivel nacional e internacional, a través de plataformas como Facebook y YouTube.
¿Lo han mantenido?
En esta cuarentena, hemos logrado no solo mantener estos espacios de intercambio de ideas en los que participan diversos especialistas, sino también hemos podido implementar mucho más nuestros webinars (seminarios virtuales), de manera gratuita y con resultados interesantes.
¿Hay indicadores al respecto?
Por ejemplo, los Jueves Mineros realizados en esta etapa fueron vistos, en promedio, por más 800 personas, que es cerca del triple de la capacidad de nuestro auditorio. Asimismo, en el caso de los webinar, más 1,300 usuarios en promedio se conectaron para ver en su totalidad las presentaciones. Esto no solo nos enorgullece, sino también nos dice que tenemos aún mucho potencial para alcanzar a más personas interesadas en aprender sobre los avances y las buenas prácticas de nuestra minería.
De los eventos programados hasta junio, ¿alguno ya quedó descartado?
No, ninguno. Seguimos trabajando en base a nuestro cronograma de eventos. Sin embargo, consideraremos las disposiciones que el Gobierno tenga a bien dictaminar. Por ejemplo, del 6 al 8 de julio tenemos planificado desarrollar el I Congreso de Competitividad y Sostenibilidad Social, y debido a esta coyuntura estamos evaluando difundir conocimiento previo al evento a través de nuestras plataformas virtuales. Ello, desde luego, con la participación de reconocidos especialistas ligados al sector