HSBC dejará de financiar nuevos yacimientos de petróleo y gas y esperará más información de los clientes del sector energético sobre sus planes para reducir las emisiones de carbono, según anunció el miércoles el gigante bancario, en el marco de una actualización más amplia de su política sectorial.
Los grupos activistas que se han mostrado críticos con HSBC en los últimos años saludaron en su mayoría la medida de uno de los mayores prestamistas a empresas energéticas del mundo como una actualización muy esperada que impulsará a las empresas hacia un futuro más limpio.
“El anuncio de HSBC establece un nuevo nivel mínimo de ambición para todos los bancos comprometidos con la reducción a cero”, afirmó Jeanne Martin, activista de Share Action.
HSBC es uno de los mayores bancos que ha confirmado que no apoyará proyectos de petróleo y gas que reciban la aprobación definitiva después de finales del 2021, una medida que, según la Agencia Internacional de la Energía, es necesaria para que el mundo alcance las emisiones netas cero en el 2050.
Otros bancos que se han comprometido a ello son la mayor entidad nacional británica, Lloyds.
HSBC dijo que seguirá financiando empresas energéticas a nivel corporativo para ayudarlas a reformar sus negocios e impulsar el desarrollo de fuentes de energía más limpias, y que evaluará sus planes estratégicos anualmente.
La política, que abarca desde proyectos de biomasa hasta hidrógeno, energía nuclear y carbón térmico, pretende impulsar el progreso en regiones con sistemas energéticos diferentes, según declaró a Reuters Celine Herweijer, directora de Sostenibilidad de HSBC.
En medio de la invasión rusa de Ucrania y el consiguiente aumento de los costes energéticos, la política también resulta “pragmática”, señaló, y el banco seguiría financiando los yacimientos de petróleo y gas existentes para garantizar que la oferta se reduce con el tiempo en función de la demanda.
“No se trata de que no haya nuevas inversiones en combustibles fósiles a partir de mañana. El actual sistema energético de combustibles fósiles debe coexistir con el creciente sistema de energías limpias”, afirmó Herweijer. “El mundo no puede llegar a un futuro de energía neta cero sin que las empresas energéticas estén en el centro de la transición”.