El proceso de inmunización contra el COVID-19 avanza. Sin embargo, la pandemia resta capacidades para alcanzar la cobertura de vacunación de otras enfermedades inmunoprevenibles cuyo alcance ya se había visto afectado el año pasado.
Según comenta Verónica Petrozzi, especialista en vacunas de GSK, la brecha de vacunación para enfermedades no COVID-19 el 2020 creció y osciló entre 13% y 20%.
“Esta es la cantidad que se ha dejado de vacunar, pero la situación varía de caso en caso”, precisa sobre las enfermedades que se busca contrarrestar. Muchos factores han influido en este resultado: las cuarentenas, el miedo a contagiarse de coronavirus, la ausencia de clases presenciales, etc.
Petrozzi considera que la brecha para el 2021 aumentará. “No se han hecho campañas este año. Además, seguimos con los mismos factores en contra que el 2020 y a esto se suma que el personal de vacunación está enfocado en el COVID-19”.
Enfermedades
De acuerdo con información del Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis) del Ministerio de Salud (Minsa), hay 17 vacunas que se aplican a diferentes grupos etarios a través de programas de vacunación que previenen 26 enfermedades graves.
La dosis contra la influenza en edad temprana pasó de una cobertura de 100% el 2019 a 81.3% el 2020. En el caso del rotavirus, la meta alcanzada cayó de 90.3% a 75.6% mientras que la vacunación contra la parálisis flácida aguda se redujo de 87.3% a 71.4%.
La cobertura de la vacunación contra el sarampión retrocedió de 65.9% el 2019 al 52.2%. En el caso de la varicela, la caída es de 65.1% a 62%.
Riesgo de brotes
Como consecuencia de este retroceso en la vacunación, que probablemente se empeore durante el 2021, Petrozzi considera que existe el riesgo de que produzcan brotes de enfermedades.
La especialista de GSK considera que el periodo de ocurrencia de esto no es claro, pero la probabilidad aumentará una vez que las personas empiecen a salir de manera masiva.
“El riesgo aumentará, sobre todo, cuando los niños lo hagan. Ahora están en casa, pero cuando regresen a los colegios o los dejen en guarderías o vayan al mercado a trabajar con sus padres o madres, en ese momento podrían presentarse los brotes”, precisa.
Es así que las enfermedades con mayor riesgo son la varicela, el sarampión y también otras que se transmiten por vías respiratorias, como la neumonía por el neumococo o la tos ferina.
Petrozzi también advierte sobre un importante retroceso en la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH). La especialista señala que si antes había un cohorte de 250,000 niñas para inmunizar, ahora solo se vacunan unas 40,000.
“Esto representa un riesgo para las chicas que no se han vacunado y alcanzan el inicio de su vida sexual. Es un estancamiento de lo avanzado en pro de la lucha contra el cáncer de cuello uterino”, indica. Petrozzi explica que la vacunación contra al VPH se realiza en niñas de entre nueve y 13 años y que tras estos dos años de pandemia, posiblemente, ya dejen el colegio y será muy difícil asegurar que sean inmunizadas.
“Una salida rápida para este problema sería hacer campañas y que se convoque a las niñas a los colegios, no a estudiar, sino para vacunarse”, recomienda.