Avianca Holdings SA está en problemas nuevamente. Esta vez, por culpas externas.
Justo después de una reestructuración de la deuda y el lanzamiento de un nuevo plan de negocio, la aerolínea con sede en Colombia ahora se enfrenta a uno de los mayores colapsos en la demanda de vuelos que ha tenido en años, gracias a la pandemia del coronavirus.
Según una información compilada por Bloomberg, una liquidación global de la deuda de la aerolínea impulsó el rendimiento de los bonos de Avianca con vencimiento en el 2023 por encima de 27%, de los más altos entre aerolíneas suramericanas. Las acciones cayeron más de 47% este año, el peor colapso entre acciones del índice de referencia Colcap.
La compañía dijo el viernes que bajará la capacidad entre 30% y 40%, reducirá los gastos y protegerá la liquidez en respuesta a una menor demanda de transporte aéreo global y restricciones de viaje gubernamentales relacionadas. La desaceleración ha llevado a otras aerolíneas en América Latina a recortar vuelos, entre ellas Latam Airlines Group SA y Azul SA.
Avianca depende más de los viajes internacionales que sus competidores y la “fuerte caída en los mismos afectará duramente a la aerolínea”, escribió Cédric Rimaud, analista de Gimme Credit en una nota el viernes, recomendando a inversores que vendan los bonos.
Rimaud advirtió que la posición en efectivo de la compañía es insuficiente para cubrir la deuda pendiente a corto plazo. “Su reciente reestructuración de la deuda dificultará su acceso al financiamiento”, escribió.
Avianca recibe aproximadamente 75% de los ingresos por kilómetro recorrido por viajes internacionales. Tiene más de US$ 600 millones en efectivo y obligaciones a corto plazo de aproximadamente US$ 870 millones, dijo la compañía en una respuesta por escrito a las preguntas.