Para las mujeres en el Perú, conseguir un empleo es una tarea complicada y obtener uno de calidad, lo es más. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a nivel nacional el número total de personas con empleo adecuado ascendió a 8.8 millones entre junio de 2022 y junio del 2023, de los cuales 5.7 millones fueron hombres y solo un poco más de 3 millones, mujeres.
La tasa de empleo adecuado en los hombres fue de 57.9% y en las mujeres fue menor: 37.5%. En otras palabras, solo 4 de 10 personas que acceden a puestos laborales de calidad son mujeres.
En contraparte, al analizar el subempleo -podríamos considerarlo empleo de “mala calidad”-, se observa que también afecta más a las mujeres (56.7%) que a los hombres (38%).
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Mayor educación
Ana Reátegui, Profesora de Economía de ESAN Graduate School of Business, señaló a Gestión que la igualdad laboral es un proceso que ha tomado mayor velocidad en este siglo, pero aún queda rezagos de épocas anteriores, por lo que es razonable que en las estadísticas, los hombres muestren mejores números.
Según dijo, estos números no muestran las diferencias que hay regionalmente, ya que en la región andina o del oriente, el papel de las mujeres todavía se vincula al cuidado del hogar.
“Una de las principales trabas para avanzar en el acceso a mejores trabajos, es la inequidad que puede darse en el acceso a la educación. Mejor educación, condiciona mejores empleos”, sostuvo.
En ese sentido, comentó que el gran desafío es comprender que las mujeres deben acceder a educación y que sin ella no se avanzará a la velocidad que se requiere, pues un actitud pasiva en este punto llevará a perpetuar rezagos. “Creo que como sociedad debemos ser conscientes de la necesidad imperiosa de permitir que las niñas se escolaricen, por lo menos”, dijo.
Tareas del hogar y mercado laboral
La Analista Senior de políticas económicas en AXPEN, la alianza estratégica entre Vinatea & Toyama y Apoyo Consultoría, Andrea Sotelo, señaló que las mujeres en el Perú dedican el triple de horas que los hombres a las tareas del hogar. Incluso, el 17% de las mujeres se dedica exclusivamente al trabajo familiar no remunerado, en comparación con el 7% de los hombres.
Señaló que esta carga desproporcional de las labores domésticas genera brechas importantes entre los hombres y las mujeres en distintos ámbitos. A modo de ejemplo, dijo que según sus estimaciones, la probabilidad de acabar la secundaria es 13% mayor para un hombre que para una mujer.
“Las mujeres se encuentran en desventaja al entrar al mercado laboral y, muchas veces, terminan desempeñándose en ocupaciones menos remuneradas, frecuentemente informales, donde pueden contar con una mayor flexibilidad para balancear las responsabilidades del hogar”, apuntó.
Agregó que esta desigualdad de condiciones en el acceso al mercado laboral limita también la capacidad de generar ingresos de las mujeres. Precisó que las mujeres cuentan con 20% menos de probabilidad que los hombres de contar con ingresos propios. Incluso, cuando reciben ingresos, ganan en promedio 30% menos.
“Esta brecha de ingresos se explica, en parte, por las condiciones desiguales de formación y disponibilidad de tiempo. Sin embargo, aún si consideramos a mujeres y hombres en ocupaciones y condiciones muy similares, existe una brecha de ingresos de cerca de 17% que es atribuible solo al género”, dijo.
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Sin equidad
En línea con Sotelo, la profesora de la escuela de postgrado de la Universidad del Pacífico (UP), Natalia Manso, señaló a este diario que el bajo acceso de las mujeres a un empleo adecuado responde a que la mujer debe conciliar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico.
En su opinión, las labores en casa no están divididas de manera equitativa, por lo que las mujeres aceptan trabajos que impliquen menos horas o menos nivel de responsabilidad o que sean menos demandantes, para que les permitan dedicar las horas necesarias a las tarea del hogar, que incluye su administración general, el cuidado de los hijos o adultos mayores.
“Las labores de casa recae fundamentalmente en las espaldas de las mujeres, quienes tienen menos tiempo para capacitarse o invertir en progresar dentro de su línea de carrera. Lo que se necesita es una estructura social que necesite de más equidad entre hombres y mujeres en las familias, para que el reparto de esa carga sea más igualitario”, dijo.
Licenciada en periodismo por la Universidad Tecnológica del Perú. Desde el año 2019 forma parte de diario Gestión. Experiencia en comunicación audiovisual, prensa escrita y digital.
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