Este año “ya está jugado”: la economía peruana se contraería 0.5% el 2023, según las proyecciones del BCP; esto va en línea con lo que diferentes analistas también han previsto. Ahora, la discusión es si tras esta caída, el producto bruto interno (PBI) de Perú podrá salir a flote en el 2024.
Para Carlos Prieto, gerente de estudios económicos del BCP, se espera un “rebote gradual” hacia el 2% como escenario base el próximo año, pero con nivel de incertidumbre importante sujeto al impacto que pueda tener el fenómeno de El Niño durante el primer trimestre del próximo año.
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Los drives de la economía
¿Por qué el BCP cree que se pueda dar este rebote? Entre algunos de los drivers detrás del rebote esperado para el 2024, Prieto refiere que a pesar de la desaceleración en los principales socios del Perú, como Estados Unidos y China, se va a mantener un precio favorable del cobre. Desde el BCP se prevé un precio de US$ 3.85 por libra, “o incluso más”, para el próximo año. Además, a medida que se disipa El Niño -que afectó a inicios del 2023- se esperaría un rebote de los sectores de agro y pesca.
“La inflación felizmente está descendiendo. La vamos a tener muy cerca del rango meta (entre 1% y 3%) este año y el próximo año debería estar muy cómodamente dentro del rango. Estas son buenas noticias que apuntan a mejorar la capacidad adquisitiva luego de tres años de una inflación alta”, agregó Prieto.
También se espera que las políticas económicas contracíclicas que se lanzaron en la fase contractiva del ciclo económico seguirán teniendo efecto. “Estas medidas por el lado monetario y el fiscal suelen tener impacto rezagado”, anotó.
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Otro de los motores para el próximo año es que se prevé que algunos proyectos de inversión irán avanzando gradualmente.
“Hay una cartera de proyectos de inversión que esperamos vaya teniendo un avance gradual el próximo año. La culminación de obras en el puerto de Chancay, en la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Ojalá se puedan destrabar algunos proyectos y entren en ejecución, como Chavimochic III”, detalló.
Añadió que sería beneficioso que haya “proyectos que puedan tomar ventajas de los precios favorables del cobre. Los que están más próximos a entrar a fase de inversión, ojalá se pueda adelantar al 2024, son: Zafranal, y la ampliación de la vida útil de Antamina”.
Para Prieto un rebote de solo 2% es magro, “por debajo del crecimiento que el Perú ha tenido entre 2014-2019. Este rebote además de ser gradual en este escenario base, va a afrontar un nivel de incertidumbre importante debido al El Niño”.
El Niño como determinante
“¿El rebote de la economía para el próximo año podría estar más cerca al 3%? Sí, pero siempre y cuando tengamos un fenómeno de El Niño de características débiles o que no haya. Si El Niño actual se debilita de manera importante en los próximos meses, esa probabilidad de un rebote alrededor del 3% aumenta”, explicó Prieto.
Sin embargo, hasta ahora, reconoció que el escenario base involucra un fenómeno de El Niño moderado. Según información del Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), hay 54% de probabilidades que El Niño sea moderado y un 22% que sea fuerte.
“Creo que aún hay un factor de incertidumbre importante. No soy un experto climático o de temperatura del mar, pero bajo la información que tenemos no podemos decir que el escenario base sea un fenómeno de El Niño débil. Nuestros estimados consideran un fenómeno moderado. Hay que recordar que el último El Niño moderado que tuvo Perú fue el del 2017, pero tuvo un impacto no menor”, mencionó.
Con todo lo mencionado, entonces, BCP maneja un escenario base donde se proyecta un rebote de 2%. Si El Niño pierde fuerza, se debilita y el impacto es menor al de El Niño del 2017, habría una posibilidad de un rebote de 3%, pero “el nivel de incertidumbre no es menor”.