Las mypes de Lima también se empiezan a acoger a las facilidades de pago dispuestas por el regulador (SBS) para aquellos afectados por la convulsión social.
Muchos negocios de provincias se abastecen de mercadería de Lima, pero ahora no lo están haciendo porque no están operando, lo que tiene impacto en el mayorista de la capital que distribuye sus productos al interior del país, dijo a Gestión Walter Rojas, gerente central de Negocios de Caja Cusco.
Además, hay una reducción en la capacidad de pago de los negocios de Lima que obedece fundamentalmente a menores ventas, los cuales están reprogramando sus créditos, sostuvo. En diciembre, las mypes de regiones afectadas por marchas y protestas comenzaron a reprogramar sus créditos.
Si bien las reprogramaciones en Lima aún representan un porcentaje menor del total de créditos otorgados, este podría incrementarse conforme continúen las protestas, bloqueos de carreteras y paralización de actividades en las zonas que demandan sus productos y servicios, acotó.
El gerente central de Negocios de Caja Huancayo, Ramiro Arana, coincide en que las reprogramaciones de deuda de negocios en Lima aún no son de gran magnitud, aunque advierte que este número aumentará si la convulsión social se extiende por más tiempo.
Los empresarios de la capital que han podido pagar su cuota este mes, lo han hecho con el fruto de sus ahorros, pero si se amplían las protestas y bloqueos habrá fuertes problemas de pago, alertó.
“Hay muchos negocios de Lima que llevaban su mercadería al sur, comercializaban con las zonas que hoy registran mayor conflicto; si esto sigue así, ese ahorro que están usando para pagar sus cuotas se les puede acabar y entrarían en default (impago de créditos)”, añadió.
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Problemas en Gamarra
“Todos los empresarios están buscando alternativas para cumplir con sus pagos; es una cadena y viene desde la campaña navideña. Muchos trabajaron con una expectativa fuerte, pero la incertidumbre por el contexto político hizo que la gente restrinja sus compras o decisiones de viajes”, manifestó Rojas.
Uno de los más afectados es Gamarra, por ejemplo, los confeccionistas que hacían ventas masivas a provincia, hoy tienen que rematar sus productos, lo que implica una reducción en sus márgenes de ganancia, señaló Rojas.
Según Arana, Gamarra y los demás negocios del centro de Lima arrastran problemas de operación desde el golpe de Estado de Pedro Castillo, cuando iniciaron las suspensiones de actividades por las marchas.
Pese a que algunas han cumplido con el pago este mes gracias a sus ahorros, su flujo comercial sigue reduciéndose conforme se extienden los días de convulsión social, agregó.
Solicitud a SBS
Los ejecutivos comentaron que han solicitado a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) la ampliación de los 60 días, inicialmente aprobados, para una reprogramación.
Los empresarios necesitan entre cuatro y seis meses para refrescar su capital de trabajo y continuar con su negocio, y es el periodo que se ha pedido al regulador para las reprogramaciones, precisó.
Incluso las entidades están evaluando otorgar periodos de gracia de dos meses, que implica dejar de pagar la cuota, pero con una reducción de los intereses generados en dicho plazo, añadió.
Arana mencionó que si las marchas y bloqueos se prolongan, estos seis meses solicitados para la reprogramación serían incluso muy cortos y tendrán que requerir un mayor plazo para que las mypes no sean afectadas.
“Estos empresarios son buenos pagadores, ahora están dejando de pagar su cuota por la coyuntura pero tienen la voluntad de cumplir, aunque si incumplen otro mes su calificación se perjudicará”, complementó.
Los ejecutivos Indicaron que están a la espera de una respuesta a su pedido, que prevén será favorable.
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